Desde el inicio de la pandemia hasta la actualidad, el SARS-CoV-2 ha mutado desde su cepa original. La última variante conocida de la COVID-19, después de Delta y Ómicron, es la variante XE. Según las autoridades sanitarias del Reino Unido, se trata de una variante del tipo recombinante y de la que se diagnosticaron los primeros casos en el país británico.

"La variante XE es un recombinante BA.1/BA.2, y la mayoría del genoma incluye el gen S que pertenece a BA.2", comunicó la Agencia de Seguridad Sanitaria de Reino Unido (UKSHA). Es decir, se trata de una mezcla de la versión original de Ómicron y de la variante conocida como 'Ómicron sigilosa'. El primer caso diagnosticado se produjo el pasado 19 de enero, y hasta el momento se han registrado un total de 1.179 contagios.

Desde Reino Unido sostienen que aún no existen evidencias suficientes para sacar conclusiones acerca de su verdadero alcance. Así lo explicó la viróloga Susan Hopkins. "Hasta el momento no hay evidencia suficiente para sacar conclusiones sobre la transmisibilidad, la gravedad o la efectividad de la vacuna". Además, señaló que se trata de una variante que ha mostrado una tasa de crecimiento "variable".

Sobre su tasa de crecimiento, se han ofrecido diferentes versiones. Desde la OMS señalaron días atrás que "las estimaciones iniciales indican una ventaja en la tasa de crecimiento de la comunidad del 10% en comparación con BA.2". Un dato ligeramente superior al ofrecido por las autoridades sanitarias británicas, que cifran dicho crecimiento en un 9,8% comparado con el sublinaje de la Ómicron original.

Sin embargo, Reino Unido no es el único país del mundo donde se ha detectado esta variante que la OMS califica como "la mas transmisible". También se han notificado casos en otros países como Brasil, Tailandia, Japón y La India.

El periodo de incubación, de tres días

Una de las principales características de esta variante es el periodo de incubación del virus. Según los datos del último informe emitido por la UKSHA y que recoge 'Heraldo de Aragón', este periodo es de tres días. Además de su alcance real, también se desconoce la protección ofrecida por las vacunas contra esta variante conocida en las últimas semanas.

En cuanto a sus síntomas, son muy similares a los de la variante Ómicron (linaje BA.1). Entre los más frecuentes, se encuentran algunos como la fiebre, la tos, la secreción nasal, el dolor de cabeza y un cansancio generalizado. En los casos diagnosticados, también se han registrado otros síntomas como irritación de garganta, lumbalgia, molestias musculares, nauseas, estornudos y en menor medida, conjuntivitis.

Se trata de una variante registrada en un momento en el que la mayoría de los países del mundo, incluido España, han registrado un descenso generalizado de los contagios y de la incidencia acumulada por cien mil habitantes que comenzó en el mes de febrero. Además, esta situación ha permitido la retirada de la totalidad de las restricciones. La última en España, la mascarilla en interiores, que será retirada a partir del próximo 19 de abril.