Shanghái confinará a toda su población. Es la decisión tomada por las autoridades del país ante el incremento de los contagios producidos por la variante Ómicron, que ha provocado un repunte en todo el país. La capital financiera de China, la más poblada del país, cumplirá con un confinamiento que se realizará en dos fases de nueve días.

La primera fase se llevará a cabo entre los días desde el 28 marzo hasta el próximo 1 de abril. Un confinamiento que afectará a los habitantes residentes en la orilla este del río Huangpu. La segunda fase, estará vigente hasta el 5 de abril, y afectará al resto de la población. Durante este periodo de confinamiento, los 26 millones de habitantes de Shanghái no podrán salir de sus domicilios, a excepción de los trabajadores esenciales de la ciudad.

De esta manera, será obligatorio el teletrabajo para los trabajadores que desarrollen su labor profesionales en sectores considerados no esenciales. Los empleados que entreguen comida y suministros a domicilio podrán realizar su labor, aunque no podrán entrar en los edificios residenciales. Por otra parte, se ha cortado el acceso por carretera a la ciudad, del mismo modo que se ha suspendido el servicio ofrecido por vehículos privados y la actividad del transporte público.

En el supuesto caso de que los habitantes decidan abandonar la ciudad por un motivo estrictamente necesario, se debe presentar una prueba PCR negativa en las 48 horas previas al viaje. Está previsto que se realicen pruebas a todos los habitantes de la ciudad, con el objetivo de frenar el aumento de los contagios notificados por COVID-19. Con esta decisión, finalizan los confinamientos por barrios y se establece uno más genérico.

Todo ello en una ciudad en la que 22,4 millones de personas cuentan con la pauta completa de vacunación, mientras que un millón de ciudadanos ya disponen de la dosis de refuerzo contra el SARS-CoV-2. En las últimas horas, estantes de varios de los supermercados de la ciudad han quedado vacíos debido a que los clientes han aprovechado para aprovisionarse durante este periodo de confinamiento.

El eje principal de la economía china

Shanghai es el mayor centro de comercio y finanzas en la China continental. Se trata de la capital financiera del país chino, y en la que están establecidas algunas de las marcas internacionales más importantes en sus sectores, entre las que se encuentran Chanel, Louis Vuitton, Burberry, Balenciaga, Hermès, Cartier, Dior, Fendi, Gucci y Loewe Tiffany’s. También cierran los centros comerciales más importantes de la ciudad.

Tal es su crecimiento económico y su importancia para China que, en el año 2017, superó a Hong Kong y a Singapur como la urbe con más actividad comercial del mundo. En dicho año, sus importaciones y exportaciones alcanzaron los mil millones de dólares, casi un 30% del comercio nacional.

Ómicron, el causante de los confinamientos en el país

Una decisión que se ha adoptado después de que la ciudad haya registrado más de once mil contagios en el mes de marzo. Unos contagios que no sólo se han incrementado en Shanghái, sino en varios puntos del país como las ciudades de Shenzen y Changchun, o la región de Jilin, confinada totalmente como ocurrió con Wuhan y Hebei al comienzo de la pandemia.

En Jilin, por ejemplo, los ciudadanos no podrán salir de casa y sólo podrá hacerlo una persona de cada vivienda cada dos días. Solamente se puede abandonar el domicilo por razones de peso como ir a comprar productos de primera necesidad a supermercados o a las farmacias para comprar medicamentos.