La invasión militar de las tropas de Putin en Ucrania está propiciando una serie de efectos negativos a la estabilidad de Rusia y a la de su líder. Por ello, las principales organizaciones europeas y mundiales, como la Unión Europea o la ONU, como también las autoridades de algunos países, están imponiendo sanciones drásticas contra los intereses del Kremlin, a lo que consideran “una declaración de guerra” por parte de Occidente, según señalan autoridades rusas.

Por el momento, los bloqueos económicos y administrativos a Rusia siguen creciendo en función de los movimientos de los combatientes rusos en suelo ucraniano, hasta el punto de que la moneda local, el rublo, ha sufrido un desplome jamás registrado. Únicamente, la imposición de castigos es la única herramienta de la que dispone Occidente para intentar paliar los efectos negativos de la invasión militar, ya que no puede intervenir de forma directa, al no estar registrada Ucrania, como miembro de la OTAN.

Sanciones económicas y bloqueo del sistema SWIFT

La Unión Europea, Reino Unido, Estados Unidos y Canadá decidieron en conjunto la exclusión a un amplio abanico de bancos rusos del sistema financiero SWIFT. Además, este bloqueo damnifica a las instituciones financieras del país, ya que quedarán fuera de todas las transacciones financieras y movimientos de pagos a nivel mundial.

Únicamente, Sberbank y Gazprombank, dos de las entidades bancarias más fuertes del país, se han salvado de dicha exclusión debido a que gestionan sus pagos gracias a bienes energéticos, como el petróleo o gas natural, que es adquirido en territorio ruso. No obstante, la Unión Europea no descarta la imposición de restricciones a estas dos marcas.

Otra de las sanciones contra el sector financiero de Rusia, ha sido la congelación de los activos del Banco Central ruso en la Unión Europea, Reino Unido, Estados Unidos y Canadá, lo que ha derivado a la prohibición de todo tipo de transacciones mundiales con la principal reserva económica del país. También, otra de las medidas que se ha tomado en conjunto es el cierre del espacio aéreo para todas las aerolíneas procedentes de Rusia.

Estados Unidos ha implementado medidas en contra de la estabilidad financiera de Rusia, como también la declaración de una “lista negra” contra todo aquello que tenga que ver con la figura de Vladimir Putin. Asimismo, Joe Biden, presidente de los Estados Unidos, aseguró que seguirá el papel de la Unión Europea, mediante la confiscación de yates o apartamentos, como ya ha hecho la organización.

Asimismo, Visa y Mastercard han suspendido todas sus operaciones en Rusia, afectando directamente a la vida diaria de la población ya que no pueden acometer pagos con ellas ni siquiera retirar dinero en efectivo en el cajero.

Rusia rompe con grandes marcas

El avance de las tropas rusas en Ucrania está provocando la retirada de grandes marcas y compañías, que han decretado la marcha de sus empresas del país. Por ejemplo, en el sector tecnológico Apple o Microsoft han finalizado la producción y la venta de sus productos en suelo ruso, como también la negativa de grandes productoras, como Sony, Warner Bros y Paramount, de promocionar sus películas y series en este país. Netflix, uno de los servicios de streaming más importantes del mundo, confirmó la retirada de todas las producciones originales que tenían pactadas en Rusia.

Además, empresas del sector automovilístico, como General Motors, Audi, Harley Davidson o Volkswagen han paralizado sus ventas de vehículos en todo el territorio. Incluso, Google y Facebook han vetado por completo la acogida de medios de comunicación rusos, como RT Actualidad o las agencias de noticias, Russia Today y Sputnik. El sector de la moda ha sufrido un revés en Rusia, ya que grandes marcas, entre ellas Nike, Adidas, Zara o Mango, han anunciado el cierre de todas sus tiendas y la rotura de los patrocinadores con organizaciones rusas.

El deporte ruso sufre un duro revés

La decisión de Vladimir Putin de iniciar una invasión militar contra Ucrania le ha costado muy caro al mundo del deporte, ya que en una semana han perdido la posibilidad de acoger la carrera de Fórmula 1, la final de la Champions League en San Petersburgo o la celebración del próximo Mundial de voleibol.

Además, las sanciones han arremetido contra deportistas y clubes rusos, ya que algunos no podrán competir bajo el nombre de su país o las propias organizaciones han rechazado que los equipos participen en competiciones, como ha hecho UEFA, FIFA y Euroliga. La medida más drástica ha sido la negación de que la selección nacional de Rusia participe en el próximo Mundial.

Al igual, el sector cultural también se ha visto afectado, con la exclusión de Rusia del próximo certamen de Eurovisión, como también el boicot al cine original ruso dirigido por la Academia Europea del Cine. También, algunos directores de orquesta han tenido que suspender sus actuaciones debido al rechazo por parte de los principales teatros europeos a causa de la invasión de las tropas en suelo ucraniano.