El ataque de las tropas rusas a la central de Zaporiyia durante la invasión a Ucrania revive los temores de un posible accidente nuclear como el ocurrido en Chernóbil en el año 1986, la mayor catástrofe nuclear de la historia.

La energía nuclear que se libera con la división de los núcleos atómicos genera grandes cantidades de calor que permite producir energía mecánica. Pese a que no tiene un gran impacto ambiental, uno de los problemas del uso de esta energía es la gestión de los residuos radiactivos que genera.

Actualmente son 439 los reactores nucleares activos y 53 los que se encuentran en construcción a lo largo de todo el mundo, según datos del Sistema de Información de Reactores de Potencia (PRIS, por sus siglas en inglés).

Estados Unidos es el país con más reactores nucleares en funcionamiento, un total de 94 según los últimos datos disponibles del PRIS, seguido por las 56 de Francia -donde el 70% de la electricidad consumida es de origen nuclear- o las 50 de China, que tiene además otros 13 en construcción.

Todos estos reactores, repartidos entre 35 países diferentes, producen en torno a un 10% de la electricidad mundial y cada vez son más los estados que la consideran una fuente esencial para su futuro.

España cuenta con cinco centrales nucleares repartidas a lo largo de su territorio, pero son siete los reactores en funcionamiento, ya que las centrales de Almaraz y Ascó cuentan con dos cada una de ellas.