La mascarilla FFP2 es la más recomendable para protegernos del SARS-CoV-2. Lo explica una vez más una profesional de la sanidad, la enfermera Elena Plaza Moreno, quien muestra la importancia del ajuste al rostro para evitar que entre el más mínimo aire sin filtrar.

Para ella, la mascarilla debe ir tan ajustada que la mejor posición sería con las tiras rodeando la cabeza. De manera que no queda el más mínimo hueco para que respiremos aire contaminado. La FFP2 bien ajustada únicamente permite que entre un 8% de aire sin filtrar.

Mascarillas y filtros

Una mascarilla quirúrgica permite que entre hasta un 30% de aire sin filtrar. Una FFP2 mal ajustada, podría permitir que entrara un 70% de aire sin filtrar. De la misma manera que una mascarilla FFP2 si la llevas y tienes barba, no ajusta bien y permite que entre el aire.

Todos los expertos, y estudios, confirman que la entrada de aire 0 es prácticamente imposible, la dosis inhalada más reducida siempre lleva aire no filtrado. Por eso es tan importante la ventilación y que todo el mundo en el mismo espacio lleve mascarilla, para reducir al mínimo las probabilidades de contagio.

"En líneas generales, cuanto mayor es la capacidad filtrante de la mascarilla, más opacas son al ultrasonido; y cuanto más respirables son las mascarillas, más transparentes son a las ondas ultrasónicas”, afirma Tomás Gómez, investigador del ITEFI-CSIC y autor del estudio donde se analizaron diferentes mascarillas con esa técnica.

En otro estudio realizado por el Instituto de Diagnóstico Ambiental y Estudios del Agua (IDAEA-CSIC) por parte de la experta Ethel Eljarrat. "En base a nuestros resultados y a las recomendaciones de protección frente al virus, lo más aconsejable es utilizar mascarillas FFP2 en espacios interiores”, propone Eljarrat.