El volcán está poco activo, en referencia a los centros de emisión de lava, aunque todavía hay algunos puntos del cono principal con "pulsos muy esporádicos de actividad estromboliana".

Así lo aseguró la portavoz del Plan de Emergencias Volcánicas de Canarias, María José Blanco. Por el momento, la lava alimenta la isla baja y discurre por la colada 9. Lo hace a través de tubos lávicos con varios jameos, del que parten dos coladas que se desplazan hacia el oeste sobre coladas anteriores, según informó ayer el propio Pevolca. Sin embargo, pese al avance de la lava, no se ha visto afectada nueva superficie ni a edificaciones en la isla.

Los gases, el principal problema

Pese a ello, el problema reside ahora en los altos niveles de gases emitidos. Estos dificultan en gran medida el acceso a las viviendas en la zona sur y también perjudica en el desarrollo de las obras de la carretera a Puerto Naos. En referencia a las obras de la carretera el director técnico señaló que, si los gases lo permiten, la vía "podría estar terminada en dos semanas".

Un hecho que contrasta con los últimos datos ofrecidos sobre la altura que alcanzó el penacho volcánico (1.200 metros) y que supone un escenario favorable para la operatividad del aeruopuerto de la isla. Por otro lado, los niveles de emisión de gases (dióxido de azufre) se mantienen altos pese a continuar con una tendencia descendente. En puntos como Los Llanos de Aridane, Tazacorte y Puntagorda, se registraron niveles desfavorables.

Con respecto a la sismicidad registrada tanto en profundidad intermedia como a más de 20 kilómetros se mantiene baja. El pasado jueves, por ejemplo, el seísmo de mayor magnitud localizado a 10 kilómetros de profundidad fue de 3,6 mgLg. Unos datos completamente diferentes a los del pasado 30 de noviembre, cuando se registraron 373 seísmos. Al igual que la sismicidad, el nivel del tremor también se mantiene bajo.

Posibilidad de un final cada vez más cercano

Sobre el final de la erupción Pevolca, en base a indicios relativos a la actividad del cráter como por ejemplo los niveles de sismicidad o la actividad lávica entre otros, podría darse antes de que acabe el 2021. Días atrás el aeropuerto de La Palma retomó su actividad, después de que la columna de ceniza impidiese la actividad aérea.