La llegada de una nueva borrasca a España volverá a situar los termómetros en valores muy bajos, llegando a estar bajo cero en algunos puntos de la Península, donde también se pueden producir fuertes nevadas. Unas condiciones no recomendables para los humanos, pero tampoco para los animales.

Porque, al igual que en verano se evitan las horas de más calor a la hora de sacar a pasear a nuestras mascotas, con la llegada del frío también hay que tener cuidado a ciertas temperaturas. Si bien los perros tienen una piel que, dependiendo de la raza, les protege más o menos de la nieve y las temperaturas más gélidas, también conlleva un riesgo exponerlos a un frío extremo.

Los expertos en el cuidado de mascotas, FetchPet, explican que el tamaño del perro y el grosor de su pelaje es lo que determina cuándo es seguro para ellos salir en invierno, cuando las temperaturas invitan a quedarse en casa. Por ejemplo, los huskies siberianos están más adecuados para los ambientes más fríos.

Nunca por debajo de los -6°C

Pese a existir una relación directa entre el tamaño del perro y su pelaje con sus resistencia al frío, existe una pauta general independientemente del volumen de nuestro perro. La veterinaria Aliya McCullough advierte que todo perro se enfrente a una mayor posibilidad de congelación e hipotermia si se exponen a temperaturas de seis grados bajo cero.

"Las temperaturas tienden a ser mucho más cálidas durante el día, por lo que es mejor evitar las caminatas matutinas o nocturnas", explica la enfermera Veterinaria Sarah James. Otra de las recomendaciones para sacar a pasear a nuestras mascotas en este tiempo que se aproxima es la de dar paseos más cortos, pero con mayor frecuencia. "Cuanto más tiempo esté tu perro al aire libre, más baja será su temperatura corporal".

Por último, es necesario vigilar las patas de nuestros animales, pues "Con la humedad de la lluvia y la nieve, los químicos tóxicos y la sal que queda en el camino". En el caso de los cachorros, es importante evitar los pavimentos helados, pues con ellos pueden llegar a quemarse las patas.