Francia ha cambiado su bandera. Bueno, más bien su presidente, Emmanuel Macron. De azul cobalto (el antiguo) a azul marino. No es una novedad, pues según informa AFP, Macron comenzó a usar el nuevo azul en las banderas de sus discursos a finales de 2018, para extenderse a continuación a las banderas del Elíseo y de otros edificios de la presidencia francesa.

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El nuevo color estuvo en la bandera hasta 1976

La nueva tonalidad tampoco es nueva: se utilizó antes de 1976, cuando Valéry Giscard d’Estaing decidió introducir el azul cobalto que hasta el momento lucía en la bandera francesa, con el fin de que se asemejase más a la bandera de Europa. Según el Huffington Post, se cambiarán todas las banderas del Estado, lo que supondrá un coste de 5.000 euros.

Macron "escogió para las banderas tricolor que adornan el Elíseo el azul marino que evoca el imaginario" de los héroes que lucharon durante la Revolución Francesa, así como tanto en la Primera como en la Segunda Guerra Mundial, indicó la presidencia.

Un cambio completamente legal

A pesar de que el cambio se ha ido introduciendo en los últimos años, la noticia no se ha conocido hasta ahora. Detrás de esta iniciativa se encuentra el director de operaciones del Elíseo, Arnaud Jolens, como reconoció en el libro "Elysée Confidentiel" (Elíseo confidencial) de Eliot Blondet y Paul Larrouturou, publicado el 15 de septiembre de 2021.

Por si hay alguna duda, el cambio es completamente legal. La Constitución de Francia exige que la bandera sea azul, blanca y roja. El blanco y el rojo no se han tocado. El azul, un poco. Una tonalidad. De azul cobalto a azul marino, la nueva bandera de Francia ya ondea en el Elíseo.