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El rascacielos más delgado de Nueva York se tambalea

La ciudad de los rascacielos cuenta con uno especialmente delgado, situado en el número 432 de Park Avenue. Los vecinos denuncian más de 1.500 defectos.

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El rascacielos más delgado de Nueva York se tambalea
LUCAS JACKSON REUTERS

Nueva York es, por excelencia, la 'ciudad de los rascacielos', aunque en la cifra de edificios totales se disputa el puesto con Shenzhen y Hong Kong. La cantidad de ellos, así como su tamaño, resulta abrumador. Sin embargo, en los últimos años la tendencia ha virado hacia un nuevo formato en estas construcciones, haciéndolos altos como siempre, pero más delgados.

Es lo que se viene a conocer como super-slender. Dentro de 'la gran Manzana', otro de los apodos de la ciudad neoyorquina, está uno de los máximos exponentes de esta nueva vertiente. Es una torre de uso residencial, situada en el número 432 Park Avenue, la conocida como Billionaire Row, la calle de los multimillonarios, y con la que los inquilinos que la habitan no están nada contentos: han denunciado hasta 1.500 defectos en su construcción.

Según informa Bloomberg, los vecinos del que es uno de los edificios de la ciudad han demandado a los promotores, a lo que culpan de que su diseño es lo que provoca inundaciones, el mal funcionamiento de los ascensores y un "ruido y vibraciones horribles y molestas". Esta construcción finalizó en el año 2015 y cuenta con vistas a Central Park, uno de los más icónicos de la ciudad, desde sus 425 metros de alto.

Más de 1.500 defectos

Los vecinos cuentan con un consultor en materia de ingeniería, y ha sido él quien ha identificado más de 1.500 defectos en la construcción y el diseño del rascacielos, "muchos de los cuales se describen como problemas de seguridad humana", aseguran. En su crítica, argumentan que no se tuvo en cuenta la gran altura del edificio a la hora de diseñarlo. Por ello, consideran, se producen inundaciones, ruido y vibraciones.

Pero esta no es la única queja que tienen. Otro punto de interés está en los ascensores, programados para reducir la velocidad cuando hay fuertes vientos alrededor del edificio. En varias ocasiones los vecinos se han visto atrapados durante horas. Por todo esto, la comunidad de vecinos pide 250 millones de dólares (215 millones en euros), además de daños punitivos (cuantificación económica que determina un juez por una conducta dañina, sea por descuido, negligencia o mala fe), en la denuncia presentada ante la Corte Suprema de Nueva York.