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El biocombustible que se puede producir en Marte
Una investigación en ‘Nature’ propone la bioproducción de un propulsor de cohete específico a partir de CO2, luz solar y agua a través de una tecnología in situ habilitada por biotecnología.
La colonización de Marte exige avances tecnológicos para permitir el regreso de los humanos a la Tierra, algo que aún no se sabe cómo abordar. Así, en una investigación realizada por el Instituto de Tecnología de Georgia y publicada en Nature, parece que han hallado una respuesta.
Basándose en la densidad de energía, el comportamiento de las fases y la accesibilidad biológica, proponen hidrocarburos C3-C4 con dos átomos de oxígeno (dioles) como posibles propulsores de cohetes.
Tecnología hecha en Marte
Por tanto, teniendo en cuenta las diferencias gravitacionales y atmosféricas entre Marte y la Tierra, “proponemos la bioproducción de un propulsor de cohete específico de Marte, con butanodiol, a partir de CO2, luz solar y agua, a través de una tecnología in situ habilitada por biotecnología.
Las cianobacterias fotosintéticas convierten el CO2 marciano en azúcares que la Escherichia coli modificada modifica en 2,3-BDO (compuesto orgánico de alcohol). Las optimizaciones biológicas y de materiales alcanzables y guiadas por modelos dan como resultado una materia que utiliza un 59% menos de energía y tiene una masa de carga útil un 13% menor. Abordar esos desafíos hará avanzar las perspectivas de los viajes espaciales interplanetarios.
La NASA ha propuesto el uso de catálisis química para convertir el dióxido de carbono marciano en LOX (metano y oxígeno líquido), aunque esto todavía requiere que el metano sea transportado desde la Tierra", añaden.
"El dióxido de carbono es uno de los únicos recursos disponibles en Marte. Saber que la biología es especialmente buena para convertir CO2 en productos útiles hace que sea una buena opción para crear combustible para cohetes", ha destacado uno de los autores de la investigación, Nick Kruyer, investigador de la Escuela de Ingeniería Química y Biomolecular de Georgia Tech (ChBE).
Para hacer todo esto, se deberían llevar a Marte materiales plásticos que se ensamblarían en fotobiorreactores que ocuparían el tamaño de cuatro campos de fútbol. Saber cómo se podría llevar todo el material a Marte, es otra gran tarea de los investigadores.