La isla de la Palma está temblando. Lleva varios días así. Y desde el Instituto Geográfico Nacional han actualizado la última información. En las últimas horas la actividad sísmica continúa migrando ligeramente hacia el noroeste, a profundidades de alrededor de los 8 km, registrándose, además, 20 terremotos de poca profundidad (entre 1 y 3 km). La deformación máxima acumulada alcanza unos 6 cm en la zona.

Todo empezó el 11 de septiembre, fue el inicio a las 3.18 horas de la actividad sísmica, registrada. Desde ese día, hasta las 12 horas de ayer, se habían detectado 4.222 terremotos en la zona sur de la isla de La Palma, de los cuales se han localizado un total de 920.

La actividad, además, se mueve. No son siempre en el mismo lugar. Ahora están los movimientos situados en el noroeste de la isla. El más preocupante es el producido a 400 metros de profundidad. El resto de los último 20 terremotos han sucedido entre 2 y 3 km, o entre 7 y 9 km de profundidad.

6 cm de deformación

La deformación vertical máxima acumulada se encuentra en torno a los 6 cm en la zona cercana a la sismicidad y su distribución sigue siendo compatible con un centro de presión en esta área. Estos desplazamientos se han observado tanto con la red Grupo Nacional Sísmico de la isla como a través de datos InSAR (Sentinel-1). Por otra parte, la tendencia al este observada en días anteriores en el inclinómetro de Cumbre Vieja parece haberse estabilizado.

De momento, el Instituto Geográfico Nacional ha intensificado el seguimiento de la actividad. De hecho, la responsable de vigilancia volcánica, Carmen López, está ahora mismo en una importante reunión de vigilancia junto con los responsables de la red sísmica española, para analizar otros baremos además de esos 6 cm de abombamiento del suelo.

El dato es importante, indica que está pasando algo. No significa exclusivamente que se vaya a producir una erupción, pero hay una situación de alerta que hay que observar.