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El pueblo con el nombre más corto del mundo (Å)

Este pequeño municipio pesquero, especializado en la salazón y desecación de pescado, se encuentra al noroeste de Noruega, en las islas Lofoten.

El pueblo con el nombre más corto del mundo (Å)
Petr ŠmerklWikimedia Commons

A veces, resulta complicado recordar el nombre los lugares que visitamos, bien porque son difíciles de pronunciar o por ser muy largos. Pero este es un problema que no tendremos con un municipio de Noruega que tiene el nombre más corto del mundo. Se trata de Å (que en castellano se pronuncia como la vocal ‘o’ y significa ‘riachuelo’), un pequeño pueblo situado al noroeste del país, dentro del municipio Moskenes, en las islas Lofoten.

Qué hacer en este pueblo noruego

Los turistas que acudan al pueblo noruego podrán alojarse en diferentes cabañas del siglo XIX que fueron reformadas para para fomentar el turismo de la zona. Una vez instalados, solo tendrán que centrarse en disfrutar. Tradicionalmente, Å era un pueblo pesquero especializado en la salazón y desecación de pescado, especialmente de bacalao, pero en los últimos años se ha reinventado para atraer a turistas con la belleza que le otorga su ubicación.

Por un lado, el acceso directo con el mar permite ejercer la pesca y conocer este sector en profundidad. Por el otro, las montañas que le rodean ofrecen unas vistas espectaculares tras una jornada de senderismo. Su pintoresco paisaje se completa con las populares casas rojas que ‘flotan’ sobre el agua.

Además de los paisajes, también cuenta con dos importantes museos. En primer lugar, el Lofoten Tørrfiskmuseum se centra en el pescado y contiene ejemplares de bacalaos secos con las fauces abiertas que sirven como recipientes o herramientas para pescar, entre otras funciones. Por su parte, el Norsk Fiskeværsmuseum reproduce una aldea pesquera tradicional y los visitantes podrán aprender cómo se obtenía el aceite de hígado de bacalao o cómo ser forjaban las antiguas herramientas metálicas.

Este segundo museo también cuenta con una panadería del siglo XIX que todavía permanece activa y ofrece pan recién hecho, así como artículos de la región. El enorme horno de ladrillo tiene capacidad para introducir un máximo de 100 hogazas de pan a la vez.