Un estudio publicado en el Journal of the American Medical Association ha comparado las respuestas inmunitarias de dos de las vacunas más administradas en España, Pfizer-BioNTech. y Moderna. El estudio ha demostrado que existen diferencias en el número de anticuerpos que posee cada vacuna.

La investigación se ha llevado a cabo en los sanitarios de Bélgica y ha comparado los niveles de anticuerpos en los mismos después de haber recibido las dos dosis de las vacunas. En total, se han analizado a 688 vacunados con Moderna y 959 que recibieron Pfizer.

Moderna, más anticuerpos que Pfizer en todos los rangos de edad

Los resultados mostraron una clara diferencia en el número de anticuerpos que expulsa cada vacuna: mientras que la vacuna de Pfizer elevó a 1.444 unidades de anticuerpos por mililitro en los pacientes que ya habían pasado la COVID-19, las dosis de Moderna alcanzaron las 3.836 unidades en pacientes que ya habían contraído la enfermedad.

El estudio también demostró que los niveles de anticuerpos de las personas que recibieron la vacuna de Moderna registraron mayor número de anticuerpos en personas infectadas, no infectadas y en todos los rangos de edad. Las pruebas se llevaron a cabo antes de la vacunación y de seis a diez semanas después de haber recibido la segunda dosis de las vacunas, y los resultados arrojaron un mayor nivel de anticuerpos en las personas menores de 35 años.

Por tanto, las conclusiones del estudio indican que la vacuna de Moderna tiene "una inmunogenicidad humoral significativamente mayor en comparación con la de Pfizer-BioNTech"

Tercera dosis

Por otro lado, un estudio del Centro Médico Sourasky de Tel Aviv ha investigado la eficacia de la administración de las dosis de refuerzo de Pfizer y los resultados son muy esperanzadores: la tercera dosis de Pfizer proporciona un 43% más de anticuerpos que después de la segunda inyección.

Además, en la población general menor de 65 años, hubo una tasa de respuesta del 70%, frente al 27% que se obtenía tras la segunda inyección; mientras que en las personas con trasplante de órganos se experimentó un incremento de los anticuerpos del 50%, mientras que después de la segunda este grupo de pacientes solo amplió sus anticuerpos en un 25%.