La batalla contra las compañías eléctricas ha comenzado después de los excesivos precios que se están registrando, alcanzado este martes un nuevo máximo histórico: 130,53 euros el megavatio hora (MWh). Hace unos días, conocíamos la historia de Ballesteros de Calatrava, un pueblo de Ciudad Real que ha decido desvincularse de las empresas eléctricas para producir, almacenar y distribuir la electricidad de sus 400 habitantes.

Ahora, se une al enfrentamiento Batres, un pequeño pueblo al sur de Madrid. Su alcalde, Víctor Manuel López Rodríguez, suspenderá los pagos a las compañías eléctricas que suministran energía al Ayuntamiento, “priorizando otros pagos para garantizar los servicios públicos municipales”. A través de una nota de prensa, el edil de esta localidad de unos 1.750 habitantes ha justificado su decisión denunciando “la situación actual de permanente abuso por parte de las eléctricas”.

Inacción del Gobierno

López, del partido independiente Agrupación de Batres (ADB), critica que el precio de la electricidad “está produciendo un perjuicio insólito en todas las economías domésticas, en los costos empresariales y en el gasto de todas las administraciones para el suministro energético”. Asimismo, asegura que las empresas energéticas no son las únicas responsables de esta situación, señalando también “la inacción del Gobierno Central o su propia impotencia para solventar este enorme problema nacional”.

Esta inactividad por parte del Ejecutivo, añade, “está poniendo otra vez de manifiesto el poder que estas multinacionales tienen en el control de los gobiernos, donde muchos de sus integrantes han acabado o acaban como miembros de sus consejos de administración de manera recurrente”.

Presión a las eléctricas

Por último, el alcalde de Batres lamenta que la ciudadanía “poco está pudiendo hacer ante tan descomunal abuso”. Por ello, insta “a todos los responsables de las administraciones públicas a que tomen medidas urgentes para presionar a estas empresas para detener ya este desenfreno de precios inmoral, especulativo e insolidario”.

“Si toda la ciudadanía dejase de pagar la factura de la luz, la presión sería total para las eléctricas, pero si solo lo hicieran unos pocos acabarían con ellos en un santiamén mediante el corte de suministro. No ocurre lo mismo con las administraciones públicas”, opina. En este sentido, asegura que, cuando estas no pagan la factura de la luz, “las eléctricas han de acudir a los tribunales para que se les obligue al pago mediante sentencia judicial, pero no les pueden cortar la luz de los colegios, de la Casa Consistorial o de la iluminación de las calles".

“Es por todo ello por lo que quiero hacer público que en tanto y cuanto no se produzca un retroceso de los precios de la electricidad a valores que permitan a la ciudadanía española un consumo mínimo indispensable con unos costes contenidos, este alcalde va a suspender los pagos a las compañías eléctricas”, ha concluido.