Ballesteros de Calatrava (Ciudad Real) está llamado a revolucionar el sector energético en España con su pionera iniciativa. Este pequeño pueblo de solo 400 habitantes se ha convertido en el primer municipio que ha decidido desvincularse de las empresas eléctricas para producir, almacenar y distribuir la electricidad de sus vecinos, de forma que se reduzca notablemente el gasto en la factura final.

El Ayuntamiento del municipio creará un mercado de energía local a través del proyecto ‘Ballesteros Genera’, lanzado con una inversión inicial de 338.000 euros, de los cuales unos 138.000 proceden de los fondos europeos LEADER gestionados por la Asociación para el Desarrollo (AD) del Campo de Calatrava. “Ballesteros producirá, almacenará y distribuirá energía eléctrica usando la energía fotovoltaica a través de un software que hará que la energía fluya por todo el pueblo”, explica a León Noticias Pedro Antonio Fuentes, portavoz de la comercializadora.

De esta forma, Ballesteros de Calatrava será la primera “comercializadora rural de energías renovables” para “ahorrar en la factura de la luz y aprovechar la energía del sol”, destaca el alcalde de este municipio, Juan Carlos Moraleda. Está previsto que esta nueva forma de vivir en el pueblo se implante a finales de 2021 gracias a la construcción de una planta fotovoltaica a través de la colaboración de +Inteligencia.

Permitirá ahorrar hasta un 80%

El principal objetivo de esta iniciativa es “hacer más habitable y sostenible el municipio, reducir la huella de carbono del consumo energético, disminuir el recibo de la luz y convertirnos en un pueblo energéticamente autónomo”. De hecho, los cálculos iniciales estiman que, durante el primer año en el que se ponga en marcha, se reducirá la factura un 20%, mientras que, en los años posteriores, este descuento irá aumentando hasta llegar a disminuir el coste en un 80%.

Además, la idea es expandir el proyecto a otras localidades cercanas. Concretamente, la Asociación para el Desarrollo del Campo de Calatrava, colaboradora del proyecto, planea expandirlo a otros 15 pueblos más de la comarca del Campo de Calatrava. “Puede suponer un efecto llamada para que se implanten nuevas empresas que creen empleo y fijen población”, afirma Gema García, la presidenta de la asociación.