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La DGT avisa: la multa por 'el síndrome del carril izquierdo'

Circular de forma prolongada por el carril izquierdo acarreará una multa de 200 euros, ya que es solo para adelantamientos y cambios de dirección o sentido.

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La DGT avisa: la multa por 'el síndrome del carril izquierdo'
EFE

Una de las primeras normas que se aprende en las autoescuelas cuando nos vamos a sacer el carnet de conducir es que debemos circular siempre por el carril derecho. Así lo recoge también el artículo 15 de la vigente Ley sobre Tráfico, Circulación de Vehículos a Motor y Seguridad Vial: “Como norma general y muy especialmente en las curvas y cambios de rasante de reducida visibilidad, el vehículo circulará en todas las vías objeto de esta ley por la derecha y lo más cerca posible del borde de la calzada, manteniendo la separación lateral suficiente para realizar el cruce con seguridad”. Así, el carril izquierdo solo podrá usarse para adelantar, cambiar de dirección o cambiar de sentido. Una vez realizadas estas acciones, hay que volver al derecho.

Sin embargo, muchos conductores que circulan con prisa deciden circular por el carril central o izquierdo porque piensan que irán más rápido. Esto es lo que la Dirección General de Tráfico (DGT) denomina ‘síndrome del carril izquierdo’ y es una práctica muy peligrosa porque se obstaculiza a otros vehículos. Por un lado, aquellos que circulan por el carril derecho se ven obligados a realizar dos cambios de carril para poder adelantar y, por otro, se les incita a realizar un adelantamiento incorrecto por la derecha.

Así, conducir de forma prolongada por el carril izquierdo está considerado como una infracción grave, por lo que acarreará una multa de 200 euros. “El carril izquierdo no es el de los que tienen prisa, tienen un coche más potente o les gusta correr más. Es SOLO para adelantar. Y la #velocidad límite es LA MISMA que la de los demás carriles. Usarlo bien evita accidentes y mejora la circulación”, recuerda la DGT en su cuenta de Twitter.

¿Por qué debemos circular por el carril derecho?

Hace unos meses, la DGT lanzó la campaña “Conducir encarrilado”, en la que explicaba la importancia de “seleccionar los carriles por los que vamos a circular con antelación y mantenerlos respetando las marcas viales también es circular seguro”. Asimismo, enumeró tres razones por las que hay que conducir por el carril derecho:

- El carril derecho no es para “dejar paso”: no debe usarse solo para dejar pasar a otros vehículos que vayan más rápido, sino que “debemos circular por el carril más a la derecha y utilizar el resto para adelantar”, señalaba el organismo.

- Permitir una circulación más fluida: la DGT insistía en que, si todos los conductores circularan por el carril derecho y respetando las normas, se lograría una circulación más fluida, pues no habría que modificar la velocidad para adelantar a otros.

- No se debe adelantar: en ningún caso el carril derecho debe utilizarse para adelantar. El organismo estatal ejemplifica un caso en el que un vehículo circula por el carril central y otro coche que viene detrás por el derecho quiere adelantarle. Este no podrá hacerlo por el carril que circula, sino que tendrá que desplazarse dos carriles para adelantar por la izquierda.

¿Qué ocurre si adelantamos por la derecha?

El último supuesto es fundamental, ya que la ley obliga adelantar por la izquierda. En caso de realizar un adelantamiento ilícito por la derecha, el conductor puede ser sancionado también con una multa de 200 euros y, además, la detracción de 4 puntos del carnet. No obstante, hay tres situaciones en las que se puede rebasar a otro coche por el carril derecho:

1. Dentro de la ciudad, ya que se circula por la vía más conveniente para la marcha.

2. Cuando un vehículo indica un giro a la izquierda y ocupa el carril correspondiente para realizar la maniobra.

3. En las retenciones y atascos, ya que, en este caso, los carriles avanzan unos más rápidos que otros sin responder a una determinada ordenación.