La población envejece, y las bajas tasas de natalidad son una realidad en todo el mundo. También en China, donde en mayo se aprobó una medida que desde este viernes es una realidad: las familias chinas ya pueden tener tres hijos.

Este envejecimiento de la población lleva desde hace años modificando las leyes. En 2016 se permitió tener a las familias más de un hijo, y en 2021 se ha llegado a la cifra de tres descendientes. La población envejece, pese a tener más de 1.400 millones de habitantes.

La nueva ley que se ha aprobado

China aprobó este viernes una enmienda a la ley que permite que cada pareja tenga tres hijos y estipula medidas de apoyo para la nueva política. La enmienda a la Ley de Población y Planificación Familiar fue aprobada en una sesión del Comité Permanente de la Asamblea Popular Nacional, máximo órgano legislativo del país.

El abandono de la política del hijo único en 2016, para permitir que las parejas pudieran tener dos hijos si así lo querían, no logró el aumento sostenido de nacimientos que buscaba el país, y las autoridades tratan de frenar esa tendencia con esta nueva medida.

Datos demográficos

Desde hace más de 40 años existe la medida del hijo único. Con el cambio en 2016 aumentaron los nacimientos, pero no en la medida que el país necesitaba. Las cifras empiezan a ser preocupantes. La población rural está muy envejecida y no hay recursos para mantener a futuro a los mayores. Especialmente cuando se ha empoderado a los hijos únicos y éstos no piensan ni en dos ni en tres hijos, casi ni en uno, según la agencia de noticias Xinhua, especialmente por el alto coste de vida actual.

-Los menores de 14 años representan el 17,95% de la población actual. Hace una década, eran el 19%.

-Desde 2017, cada año han llegado menos bebés chinos al mundo: 14 millones en 2019, 12 millones en 2020.

-El número de hijos por mujer en edad fértil, se encuentra en 1,3. Una cifra similar a la de otros países industrializados, pero por debajo de los 2,1 necesarios para garantizar el relevo generacional.

La política del hijo único, según las autoridades nacionales, evitó el nacimiento de 400 millones de personas, y también recibió numerosas críticas por sus abortos y esterilizaciones forzosas, especialmente entre las mujeres del Partido Comunista a las que se instó a dar ejemplo.