Los Mossos d'Esquadra han recibido en torno a las 12.30 del mediodía un aviso por una fuerte explosión en el hotel Petit Palace de Barcelona, ubicado en la calle Boquería, junto a La Rambla. Los clientes del establecimiento han sido desalojados y no hay que lamentar víctimas graves ni daños estructurales.

Aunque la fecha es muy próxima al aniversario del atentado del 17-A en Las Ramblas, los Mossos no ven ninguna relación entre ambos sucesos y han descartado que se trate de un atentado terrorista. De hecho, las autoridades ya han aclarado que se trata de una falsa alarma generada por unos fuegos artificiales en la zona.

Según parece, un hombre con una mano ensangrentada debido a un accidente doméstico salió del edificio justo después de escucharse las detonaciones de los fuegos artificiales, lo que hizo temer a los viandantes que se hubiera producido una explosión en su interior.

Cuatro vehículos de los Mossos han acordonado la calle de la Boquería mientras investigan lo sucedido. Además, han acudido al lugar cinco unidades de bomberos, tres del Servei d'Emergències Mèdiques (SEM) y siete de la Guardia Urbana.

Poco a poco, el nivel de alerta parece haber ido disminuyendo. Dos horas después de la explosión, los comercios de la zona, los cuales habían sido cerrados por precaución, han podido reabrir sus puertas.