Roban una campana de 120 kilos de una iglesia
La parroquia de Gondomar, en Pontevedra, ha perdido una de las piezas de más valor sentimental para sus vecinos. Nadie vio ni escuchó nada.
El pasado martes por la tarde, los vecinos se reunieron delante de la parroquia para tratar un tema de interés social. Fue entonces cuando se dieron cuenta de que una de las dos campanas de su campanario había desaparecido. Puesto que la iglesia está alejada de las casas del pueblo, ningún vecino había visto ni oído nada.
La campana había sonado por última vez el sábado, por lo que se cree que el robo se produjo en la madrugada del domingo o el lunes. Fue el propio alcalde de Gondomar, Paco Ferreira, quien alertó del robo y presentó una denuncia ante la Guardia Civil.
Según parece, los ladrones, al menos tres personas, descolgaron la campana utilizando una cuerda que dejaron en la escena del crimen. Durante el robo, además, rompieron algunas tejas y un canalón y se olvidaron de una mochila.
Gran valor sentimental
Además del precio que puede tener un artefacto de este tamaño (unos 25.000 euros), esta campana tenía un gran valor sentimental para los vecinos de la localidad. Fue comprada hace aproximadamente 60 años gracias a una colecta entre toda la población de Gondomar. Por ello, el vínculo emocional que sienten los feligreses hacia ella es especial.
No es el primer robo que sufre esta capilla. De hecho, la parroquia ya había tenido que reparar las puertas en más de una ocasión. Sin embargo, nada antes había alcanzado la magnitud de este último suceso.