La nueva misión del buque Ángeles Alvariño
El buque oceanográfico que participó en las labores de búsqueda de Olivia, Anna y Tomás Gimeno realizará tareas de investigación de hábitats en el mar de Alborán.
El buque oceanográfico Ángeles Alvariño ya se encuentra desarrollando una nueva misión después de haber participado hasta finales del pasado mes de junio en las tareas de búsqueda en aguas canarias de los cuerpos de Tomás Gimeno y de su hija Anna, tras la aparición del cadáver de la hermana mayor de esta, Olivia.
El barco trabajará ahora en una investigación cuyo objetivo es evaluar el estado de los hábitats del mar de Alborán, labor que le ha llevado a trasladarse desde la bahía de La Herradura, en Almuñécar, localidad situada en la costa de Granada, hasta Fuengirola (Málaga).
El buque del Instituto Español de Oceanografía (IEO), organismo dependiente del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, saltó a los titulares de los medios de comunicación por las tareas de búsqueda que realizó tras la desaparición en Tenerife de Olivia Gimeno, de seis años de edad, y de su hermana Anna, de uno.
El pasado 30 de junio el Ángeles Alvariño finalizó su trabajo en este operativo después de que la magistrada titular del Juzgado de Violencia sobre la Mujer Número dos de Santa Cruz de Tenerife tomó la decisión tras conocer el informe del responsable de operaciones del barco que calificaba de "completamente inabordable" la exploración en la zona en donde hipotéticamente podrían localizarse nuevos resultados, como recoge Europa Press.
Se trata de un buque que cuenta con la tecnología más especializada en investigación marina, un sónar y un robot, y que fue cedido por el Instituto Español de Oceanografía a la Guardia Civil para participar en las labores de búsqueda en Canarias. Tiene 46 metros de eslora y en su construcción y equipamiento se invirtieron aproximadamente 20 millones de euros, provenientes del IEO y de fondos europeos Feder.