La boda entre Lady Di y el príncipe Carlos de Inglaterra, celebrada el 29 de julio de 1981, fue retransmitida en todo el mundo, con lo que tuvo un enorme impacto en la sociedad. Tanto que, incluso en la actualidad, se siguen vendiendo artículos relacionados con el enlace. Justo cuando se cumplen 40 años, se subastará un trozo de la tarta nupcial.

La porción congelada forma parte de un lote que incluye 23 trozos de aquella tarta de cinco pisos, metro y medio de altura y cien kilos. El postre está confeccionado con una base de mazapán y una cubierta azucarada con forma del escudo de armas británico, coloreada de dorado, rojo, azul y plata. “Parece estar exactamente en las mismas condiciones que cuando se vendió originalmente”, ha asegurado el tasador Chris Albury en la casa de subastas Dominic Winter Auctioneers. Sin embargo, aconseja no comerlo.

Según informa Associated Press, el trozo correspondió en su día a Moyra Smith, miembro del personal de la reina Isabel en Clarence House, que lo mantuvo en una lata de pastel floral con un sello hecho a mano en la tapa que decía: “Manéjese con cuidado - Pastel de bodas del príncipe Carlos y la princesa Diana”. Su familia ya lo vendió en 2008 a un coleccionista que ahora pretende sacarlo a subasta el próximo 11 de agosto, por un precio que, según estima, oscilará entre los 300 y 600 euros. También se subastarán otros artículos de la boda, como un programa del almuerzo que tomaron ese día.

Otro trozo de tarta se vendió en 2014 por 1.000 euros

Este no es el único trozo de la tarta nupcial que se ha vendido a lo largo de estos 40 años. En enero de 2014, se vendió una porción por 780 euros en la casa de subastas Christie's. Unos meses después, en agosto, un coleccionista anónimo adquirió otra parte por al pagar 1.047 euros en una subasta online organizada por Nate D Sanders de Los Ángeles.

Por otra parte, también se han vendido objetos personales de Lady Di, que el pasado 1 de julio habría cumplido 60 años. En 1995, un anticuario pagó casi 7.000 para comprar el coche que Carlos de Inglaterra le regaló cuando eran novios. Después, el vehículo pasó a manos de Tina Kirkpatrick, una fan de la princesa que, tras tenerlo 20 años en el garaje, decidió el pasado mes de junio ponerlo a la venta a través de la casa Essex Reeman Dansie. De igual forma, se encuentra en subasta la su famosa bicicleta Raleigh Traveler, que ya había sido vendida en 2018 por 10.600 euros. Diana de Gales adquirió una gran popularidad social, con lo que no resulta difícil encontrar compradores.