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Las cápsulas futuristas que acabarán con el tráfico

Una empresa bielorrusa ha desarrollado un sistema de transporte alternativo con el que esperan liberar los suelos de las ciudades y acabar con los atascos.

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Las cápsulas futuristas que acabarán con el tráfico

Una empresa bielorrusa, uSky Transport, ha desarrollado un sistema de transporte alternativo para acabar con los atascos y los embotellamientos. Se trata de una línea de vehículos de alta velocidad que circularían suspendidos de una vía de acero. Estas “cápsulas”, como las llaman sus fabricantes, podrían alcanzar una velocidad de hasta 150 km/h y una red completa llegaría a transportar hasta 10.000 pasajeros cada hora, según la compañía.

El mes pasado, uSky Transport inauguró una línea de pruebas de 400 m de longitud en la ciudad de Sharjah, la tercera más poblada de Emiratos Árabes Unidos con casi 1,3 millones de habitantes. Las cápsulas de prueba cuentan con un interior lujoso y pueden albergar hasta cuatro pasajeros.

Para finales de año, la empresa prevé construir una red de 2,4 kilómetros donde las cápsulas podrían circular a una velocidad algo mayor que en la pista de pruebas. La empresa también ha recibido la aprobación para construir una línea alrededor de Khor Fakkan, una ciudad costera al este del Emirato.

Ventajas frente a otros transportes

Oleg Zaretskiy, CEO de la compañía, explicó a la CNN que “el suelo está completamente sobresaturado y la gente está cansada de los embotellamientos y las emisiones”. Por ello, la empresa propone liberar espacio en los suelos de las ciudades.

Otra de las ventajas de su propuesta es su coste relativamente bajo. Según la compañía, mientras que un kilómetro de tren subterráneo puede costar hasta 150 millones de dólares, en esta red el coste sería de unos 10 millones. Esto se debe a que este nuevo sistema de transporte utiliza menos materiales, lo que además reduce las emisiones de carbono.

La empresa asegura que sus cápsulas se diferencian de los teleféricos y otras soluciones en que ofrecen la posibilidad de utilizar varias cabinas diferentes y a distintas velocidades. Matizan, eso sí, que haría falta una buena planificación en zonas donde exista una gran demanda de transporte. Una red totalmente implantada en una ciudad, afirman, podría transportar hasta 10.000 personas cada hora a una velocidad máxima de 150 km/h.