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La ola de calor de Canadá y EE UU deja 140 fallecidos

El elevado nivel del mercurio en el noroeste de Norteamérica está afectando especialmente a personas mayores o con patologías previas.

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La ola de calor de Canadá y EE UU deja 140 fallecidos
CHAD HIPOLITO REUTERS

El noroeste de Norteamérica está sufriendo una histórica ola de calor con temperaturas impropias de la zona. Por ejemplo, la localidad canadiense de Lytton batió todos los récords históricos de Canadá y el martes alcanzó los 49,6 grados centígrados, por lo que las autoridades dieron la voz de alarma.

Estas condiciones climáticas también están teniendo un notable coste humano. Así, en la provincia de la Columbia Británica se han registrado casi 140 muertes cuya causa principal o factor contribuyente han sido las altas temperaturas.

Aumento de servicios hospitalarios

John Horgan, primer ministro de esta zona canadiense, señaló que "es la semana más calurosa que han vivido los habitantes de esta región. Y eso tiene consecuencias. Consecuencias desastrosas para las familias y las comunidades, pero, de nuevo, la forma de superar este momento extraordinario es permanecer unidos, comprobar el estado de salud de las personas que sabemos que están en riesgo y asegurarnos de que tenemos compresas frías en la nevera".

El elevado nivel del mercurio está afectando especialmente a personas mayores o con patologías previas. Por ello, los dirigentes han advertido que se incrementarán todavía más las cifras de fallecimientos, además de aumentar los ingresos hospitalarios o las visitas a emergencias.

En algunas regiones de Canadá escasean los aparatos de aire acondicionado y los ventiladores. Las ciudades han abierto centros de refrigeración, han cancelado las campañas de vacunación contra la COVID-19 y han cerrado las escuelas.

Preocupación

Mientras, en Estados Unidos se han notificado 6 decesos por este motivo en Washington y OregónEsta situación ha generado preocupación en Joe Biden, presidente de Estados Unidos: "La ola de calor que estamos viendo en el oeste no solo amplifica el riesgo de incendios, sino que es un riesgo en sí misma. El cambio climático está impulsando la peligrosa confluencia en la que se unen el calor extremo, la sequía prolongada y fuegos de más intensidad que se mueven a más velocidad".