ACTUALIDAD

La Guardia Civil, "segura de encontrar algún rastro de Tomás Gimeno"

Los agentes buscarán algún rastro "de forma incansable" del padre de las hijas en la zona en la que hallaron dos botellas de oxígeno pequeñas y un propulsor acuático.

0
La Guardia Civil, "segura de encontrar algún rastro de Tomás Gimeno"
Miguel Barreto EFE

El buque que se encuentra en Tenerife tras el rastro de Tomás Gimeno, padre y presunto asesino de Anna y Olivia, ha encontrado dos botellas de aire pequeñas y un propulsor acuático a 1.500 metros de profundidad en el área donde se geolocalizó por última vez al padre de las niñas, según ha adelantado ‘El programa de Ana Rosa’ de Telecinco.

La Guardia Civil ha confirmado que las botellas pertenecían a Tomás Gimeno y, según afirmó el programa de Telecinco, están “más seguros que nunca” de que están cerca de encontrar “algún rastro” del padre de las niñas. Las botellas aparecen alejadas de la zona donde se halló el cuerpo de Olivia, a unos 20 kilómetros desde donde presuntamente arrojó a sus hijas al mar. Los agentes están seguros de que pueden encontrar el rastro de Tomás en esta zona, por lo que “estarán peinándola de forma incansable”.

Tomás Gimeno “no tuvo valor” para suicidarse en el mar

El cuerpo de Olivia, la hija mayor de Tomás Gimeno y Beatriz Zimmermann, fue encontrado a 1.000 metros de profundidad el pasado jueves 10 de junio. Hasta el momento, tanto Gimeno como la hermana pequeña, Anna, siguen en paradero desconocido. Ante las sospechas, Antonio Herrero, periodista canario de ‘Buenas Tardes, Canarias’, explicó a ‘El programa de Ana Rosa’ que “con esas botellas no puedes bajar más de 20 o 30 metros” y que Gimeno “no tuvo valor” para suicidarse en el mar”.

Tras comenzar a navegar, Gimeno volvió a puerto y, al no atreverse a entregarse o confesar, retornó al mar, y afirma que “desde el primer momento” la Guardia Civil contempló la posibilidad de asesinato y el suicido de Tomás. Las autoridades barajan la probabilidad de que Gimeno se provocase una “muerte dulce” con las botellas de buceo, es decir, una muerte por narcosis de oxígeno que no da sensación de ahogo ni de asfixia.

Herrero ha explicado que el hallazgo de las botellas “resta muchísima credibilidad” a la teoría que señalaba que Gimeno habría tirado a las niñas al mar y él hubiese escapado navegando. Los agentes todavía no saben el uso que el presunto asesino pudo haber hecho de las dos botellas de oxígeno encontradas.