La Guardia Civil no halla sedantes ni calmantes en un nuevo registro de la casa de Tomás Gimeno
Los agentes acudieron el pasado jueves a la casa de Gimeno en búsqueda de alguna sustancia que pudiera haber administrado Gimeno a las niñas.
Los agentes de la Guardia Civil llevaron a cabo el pasado jueves un nuevo registro, el sexto, de la casa de Tomás Gimeno, el padre de las niñas Anna y Olivia. El cuerpo de la segunda, la mayor, fue hallado a un kilómetro de profundidad en el mar tras 40 días de búsqueda sin descanso. La autopsia reveló que falleció debido a un edema pulmonar grave.
En esta nueva inspección de su domicilio en Candelaria, los agentes no hallaron sedantes ni calmantes, que Gimeno podría haber administrado a las niñas antes de arrojarlas al mar, aseguran fuentes cercanas al caso a la agencia EFE. El registro forma parte de las diligencias que todavía hay pendientes de la reconstrucción de los hechos en las horas antes al momento en que las habría matado.
Los expertos creen que, presuntamente, Gimeno acabó con la vida de las pequeñas antes de lanzarlas al mar con un lastre. En esta casa sería el último lugar donde estuvieron con vida. A pesar de no haber encontrado estos elementos que pudieran añadir certezas al caso, todavía se está a la expensa de los resultados definitivos de la autopsia, de los que falta conocer los análisis toxicológicos, biológicos e hispatológicos.
Cambio de ruta en la búsqueda
En las últimas horas, la Guardia Civil empezó a valorar una nueva hipótesis: que Tomás Gimeno lanzara el móvil en un punto y siguiera navegando para, más tarde, tirarse él. Es por ello que ahora el buque Ángeles Alvariño sigue la búsqueda en una zona diferente de dónde se halló el cuerpo de Olivia.
Así, el operativo se centra en el rastreo del área frente a Las Caletillas y Barranco Hondo. El teléfono de Gimeno marca la hoja de ruta del buque, tras trazar un perímetro para la búsqueda de los cuerpos de Anna y el propio Gimeno. La señal de su teléfono se perdió después de que realizara varias llamadas la noche de la desaparición. Mientras tanto, el submarino Piscis VI es una de las alternativas que se barajan para continuar con la búsqueda bajo el mar, pues cuenta con una capacidad de inmersión mayor que el sónar del Ángeles Alvariño.