¿Fin de las mascarillas? Las cuatro cosas que debes seguir haciendo a partir del 26 de junio
Este sábado dejará de ser obligatoria la mascarilla al aire libre, pero habrá que llevarla en espacios cerrados y seguir respetando otras medidas.
Este jueves se aprobará en Consejo de Ministros extraordinario el Real Decreto Ley de flexibilización de la mascarilla. La medida, que entrará en vigor el próximo sábado 26 de junio, supone que el uso de la mascarilla dejará de ser obligatorio salvo determinadas excepciones.
La mascarilla es la herramienta más valorada por las autoridades sanitarias en la lucha contra la COVID-19 para evitar contagios. Desde hace aproximadamente un año, todos los ciudadanos de España mayores de seis años deben llevarla, tanto en espacios abiertos como cerrados. Ahora, la mejor situación epidemiológica que vive nuestro país permitirá flexibilizar la obligatoriedad de esta protección la semana que viene.
También han influido en esta decisión las afirmaciones de numerosos expertos que aseguran que el riesgo de contagio en exteriores es muy bajo. Concretamente, el riesgo de transmisión del coronavirus representa menos de un 10% de los contagios, según afirmó en La Vanguardia el epidemiólogo Antoni Trilla. Mientras tanto, en interiores es entre cuatro y 20 veces mayor, dependiendo de la concentración de virus en el aire y del tiempo de exposición.
No obstante, Fernando Simón, director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES) avisó de que la eliminación del uso obligatoria de la mascarilla se llevará a cabo de manera “progresiva”, con lo que en interiores seguirán siendo obligatorias durante uno tiempo. Asimismo, habrá que seguir respetando otras medidas sanitarias para no contribuir a la expansión del virus.
Llevar mascarilla en espacios abiertos con aglomeraciones
Algunos expertos han mostrado su preocupación porque consideran que la mascarilla se va a retirar demasiado pronto. “Estamos con una incidencia acumulada por debajo de 100 contando toda la población, es decir, incluyendo vacunados, pero hay un 70% de la población que ahora mismo está en riesgo con una variante nueva”, advirtió en el programa ‘LaSexta Noche’ el doctor César Carballo, haciendo referencia a que solo el 30% de la ciudadanía está completamente inmunizada. En este sentido, considera que habría que haber esperado unas semanas, hasta alcanzar, como mínimo, un 50%.
Otros han acogido mejor esta flexibilización, aunque instan a seguir llevando cuidado. Es el caso de Marcos López Hoyos, presidente de la Sociedad Española de Inmunología, que, aun así, avisó en la Cadena Ser del riesgo que hay en espacios abiertos donde se produzcan aglomeraciones: “En cualquier sitio donde haya una aglomeración es un riesgo. En la playa se puede estar sin mascarilla, pero si hay mucha gente acumulada y hacen lo que les da la gana... hay riesgo”. Por ello, propone tener siempre a mano la mascarilla para usarla, por ejemplo, en calles muy concurridas. “Cuando estés libre de gente puedes quitártela, pero debes llevarla encima por si acaso”, concluye.
Algunos países de la Unión Europea han utilizado diferentes referencias a la hora de regular la supresión de la mascarilla en los exteriores, siendo la más común la distancia interpersonal, mientras que Polonia regula los exteriores en función de la tasa de contagios. En España, es previsible que la mascarilla permanezca, como recomienda López Hoyos, en las aglomeraciones al aire libre, como en los estadios o los conciertos.
Llevar mascarilla en espacios cerrados
Por supuesto, la mascarilla en interiores seguirá siendo obligatoria. Así, habrá que llevarla todavía en comercios, establecimientos de hostelería, transporte público… Para que deje de ser obligatoria en estos lugares, varios expertos coinciden en que al menos el 70% de la población debería haber recibido la pauta completa de la vacuna.
“En octubre o noviembre es posible que pueda tomarse ya una decisión de este tipo”, calcula en NIUS Francisco Caamaño, doctor en Medicina Preventiva y Salud Pública en la Universidad de Santiago de Compostela, quien considera que habría que empezar “por aquellos lugares donde las personas tengan un cierto grado de organización o donde la distancia se mantenga a partir de determinados mecanismos”, como los colegios. En cambio, considera las mascarillas no se retirarán antes de Navidad en el sector del ocio: “En una cafetería, en una discoteca, en una sala de fiestas… En general en ambientes donde es más difícil controlar las distancias, creo que nos va a acompañar mucho más tiempo”.
Más pesimista, Daniel López Acuña, especialista en epidemiología cree que deberíamos mantener la mascarilla durante todo lo que resta de año: “Creo que hay que ser extremadamente cautelosos con el hecho de dejar de utilizarla en el exterior y, desde luego, no ubico en el otoño la desaparición de la mascarilla en interiores”. Así, asegura que, aunque el porcentaje de vacunados sea superior al 70% o al 80% en septiembre, sería una imprudencia plantearse retirar la mascarilla en interiores si la incidencia acumulada supera los 25 casos por cada 100.000 habitantes.
Respetar la distancia de seguridad
Otra de las medidas que deberemos seguir respetando a partir del 26 de junio será la distancia interpersonal de 1,5 metros. La idea es abrir sin mascarilla en aquellas situaciones en las que se puede mantener una distancia y evitar el contagio”, explica Marcos López Hoyos. Además, desde su punto de vista, retirar las mascarillas al aire libre no debería suponer la vuelta a los besos y abrazos cuando veamos a un conocido. “Si esa persona no está vacunada el riesgo sigue siendo muy importante. Tenemos que seguir evitando el contacto muy estrecho sin mascarilla”.
Mantener una buena higiene de manos
Por último, la correcta higiene de manos también se ha instaurado como una de las herramientas fundamentales para prevenir contagios, especialmente si se ha estado en contacto con superficies que han podido ser contaminadas. Por ello, también habrá que seguir lavándolas con frecuencia. “Esto elimina los gérmenes que pudieran estar en sus manos, incluidos los virus”, afirma la Organización Mundial de la Salud (OMS), que recomienda lavarlas especialmente “antes de ponerse la mascarilla, y también antes y después de quitársela y cada vez que la toque”.