La teoría del accidente de laboratorio como origen del COVID gana fuerza
Desde Estados Unidos, con el presidente Joe Biden a la cabeza, no descartan que el origen de la pandemia tuviera lugar como accidente en un laboratorio de Wuhan.
Hace ya cerca de un año y medio desde que se detectara el primer caso de coronavirus en todo el mundo. Fue en China, a finales de diciembre de 2019, y desde entonces el SARS-CoV-2 se ha expandido por todo el mundo, dejando tras de sí millones de contagios y fallecidos. Muchas han sido las preguntas que ya tienen respuesta, como el modo de transmisión principal o las medidas para combatirlo.
Mucho se ha hablado sobre el origen del virus y cómo se expandió al resto del mundo. Para ello se trasladaron expertos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) hasta Wuhan, ciudad de China de la que se cree que surgió el patógeno. En su visita acudieron al Instituto de Virología de Wuhan, un laboratorio que estudia diferentes virus de la familia SARS. Fueron varias las voces que apuntaron a éste como posible origen del virus, que podría haberse escapado del centro. Donald Trump, expresidente de Estados Unidos, era uno de los principales instigadores de esta teoría.
Una teoría que toma fuerza
En las últimas semanas, esta propuesta está tomando cada vez más fuerza: primero con la petición de 18 científicos de universidades de élite como Harvard o Stanford, a través de una carta publicada en la revista Science, en la que pedían considerar "seriamente" la hipótesis antes de descartarla. Más tarde, uno de los grandes epidemiólogos de Estados Unidos, Anthony Fauci, indicó que no estaba convencido de que se surgiera de forma natural. "Debemos seguir investigando lo que pasó en China".
Finalmente, este pasado miércoles el actual presidente estadounidense, Joe Biden, publicó un comunicado en el que aseguraba que se valoran dos hipótesis como posibles: el del contacto entre animal y humano y el del accidente en un laboratorio. Las palabras surgen de un informe encargado a los servicios de inteligencia al llegar a la Casa Blanca, y que recibió a principios de este mes. Todavía, sin embargo, no se ha llegado a un consenso. Por tanto, ha pedido un nuevo informe definitivo en un plazo de 90 días.
"Mientras dos elementos en la comunidad de inteligencia se inclinan hacia el primer escenario y otro se inclina hacia el último, la mayoría de elementos no cree que haya suficiente información para determinar que uno es más probable que otro", apuntó Biden.
Relación con un incidente en 2012
Recientemente se conoció que varios trabajadores de este Instituto de Virología en Wuhan padecieron una enfermedad que presentaba síntomas compatibles con el coronavirus SARS-CoV-2, así como la conexión del centro con las muertes de unos mineros al sureste del país en el año 2012.
Sobre este primer hecho ya había informado Estados Unidos, de acuerdo con los datos del Departamento de Estado, que aseguraba tener "razones para creer que varios investigadores dentro del instituto enfermaron, antes de que el primer brote se identificase, con síntomas compatibles con la covid-19 y con enfermedades estacionales".
Según The Wall Street Journal, estos hechos son el nexo de unión con unas extrañas muertes por neumonía en una mina de la provincia china de Yunnan. El laboratorio está en el centro de la polémica por su investigación con virus obtenidos de murciélagos. En dicho momento, seis trabajadores cayeron enfermos con síntomas similares a la COVID después de entrar en la mina para eliminar heces de murciélago. En las muestras halladas, cerca de un millar, encontraron nueve tipos de coronavirus. Entre ellos, el RaTG13, con un código genético similar en un 96,2% al SARS-CoV-2.