Ahorrar no es fácil, es más complicado de lo que pueda parecer, y más en tiempos de crisis económica. En esos momentos, los que mejor pasan el mal trago son los que han sido capaces de ir guardando dinero o racionando su patrimonio para tener una especie de seguro económico frente a imprevistos o gastos importantes.

Hace poco se conoció un modelo de ahorro de una mujer americana, que logró jubilarse a los 49 años con un millón de euros acumulado. Pero hay otro también popular con un plazo mucho más inmediato: el reto de las 52 semanas.

Se trata de un método sencillo y eficaz a partir del cual uno se puede acostumbrar y habituar a introducir en su vida un comportamiento de ahorro o de menos gasto con miras a final de año. Es decir, la idea es lograr al final unos 1.378 euros extra a lo que normalmente se obtiene.

Las cuentas para cumplir con el reto de las 52 semanas

La base del método está clara, ir depositando una cantidad de dinero cada semana durante un año, de manera gradual y cada vez más. No requiere un esfuerzo inicial elevado ni complicado, ya que la primera semana se puede empezar por ahorrar un euro.

Siguiendo el criterio más sencillo y asequible para aquellos que tampoco puedan permitirse mucho, la subida se iría haciendo poniendo cada semana un euro más. En la segunda semana guardas dos euros, en la tercera semana tres euros, y así hasta guardar 52 euros en la semana 52. Entonces tendrás 1.378 euros al final del año.

La intención es que todo el mundo pueda hacerlo en su justa medida, pero evidentemente se puede poner más dinero cada semana. Si se hace de manera gradual, es más parecido a un reto al obligarte a ti mismo a poner cada semana más y gastarte menos en otras cosas. Es decir, refuerza la cultura de ahorro hacerlo de esa manera.

Consejos para empezar y completar el reto

El primer paso es tener un lugar en el que guardar los ahorros, que puede ser desde lo más básico como una hucha hasta la programación de transferencias a una cuenta de ahorro. Y otra cuestión a aclarar al principio es calcular bien la fecha de inicio, ya que hay épocas del año en las que es más complicado ahorrar que conviene que no coincidan con las aportaciones más altas.

También se puede personalizar el proceso de tal forma que se haga al revés, es decir, en la semana primera poner 52 euros y en la semana 52 poner solo un euro. Incluso si se opta por la opción más constante y cero gradual, que es poner todas las semanas lo mismo y se renuncia al hábito progresivo, la cantidad a transferir sería 26,50 euros, llegando igualmente al mismo total.

Un consejo para no dejar el reto a la mitad y ser constante es crear recordatorios o algún método que te recuerde u “obligue” a no abandonar. Igualmente, ayuda visualizar el objetivo final, sentir que cada vez estás más cerca, tachar días, ver que cada vez el fondo es mayor, o incluso saber en qué vas a gastar el dinero ahorrado. Es decir, que tengas presente que el dinero que guardes va destinado a algo concreto y que si lo dejas no lo podrás conseguir.