Virginia, la estudiante de 23 años que supuestamente recibió hace unos días seis dosis de la vacuna de Pfizer habría recibido finalmente cuatro, según informa Corriere della Sera, ya que al analizar el frasco sin diluir de 0,45 mililitros que contenía las seis dosis, se descubrió que quedaba una parte de líquido equivalente a dos inyecciones. “Es un descubrimiento importante porque los experimentos en voluntarios humanos de Pfizer han mostrado tolerabilidad hasta cuatro dosis, mientras que a partir de esta cantidad no hay certezas sobre los efectos secundarios”, explican desde el hospital Noa de Massa.

Ahora, los expertos tratan de averiguar si la deshidratación tan profunda que sufre, a pesar de beber siete litros de agua diarios, se debe a las dosis de la vacuna. El periódico italiano ha revelado que el viernes se le realizaron análisis que podrían arrojar información relevante.

Quizá deba vacunarse de nuevo

Los médicos y virólogos aseguran que el exceso de dosis puede producir el efecto contrario en el sistema inmune y provocar que el cuerpo no pueda producir anticuerpos. Así, en caso de confirmarse esa hipótesis, tendrían que volver a vacunarle.

Por el momento, la joven asegura que no piensa denunciar a la enfermera y al médico que le vacunaron, pero lo hará si sufre efectos adversos más severos: “No presentaré ningún cargo, pero es obvio que si sufro consecuencias graves en el futuro alguien tendrá que responder ante un tribunal”, aseveró.

La enfermera, una joven menor de 30 años, se defendió asegurando que “estaba convencida de que la dilución ya se había realizado”, y no fue hasta después de la vacunación cuando se dio cuenta de su error: “Tomé el frasco y llené la jeringa, convencida de que la solución ya estaba diluida, después de haber inyectado la dosis, me di cuenta de que había otras cinco jeringas y de que la vacuna no estaba diluida”.