Tianwen-1 es la sonda que China ha enviado a Marte y que está a punto de aterrizar en el Planeta Rojo. Esa maniobra es catalogada habitualmente por los expertos aeronáuticos como "siete minutos de terror", ya que se trata del tiempo que transcurre desde que se inicia el descenso de la nave y se pierde el contacto con ella hasta que se posa en el suelo y comienzan a recibirse las señales en la Tierra.

Así, en ese periodo de tiempo no hay ningún tipo de comunicación con el vehículo, lo que dispara la incertidumbre sobre la consecución o no de la misión. Según informó este viernes la agencia espacial china (CNSA), el plazo para intentar la bajada y la toma de tierra comenzará a primera hora del sábado y se espera que concluya el día 19. En caso de lograrlo con éxito, supondrá un enorme respaldo al programa de exploración espacial del gigante asiático.

Zona de llanura

La sonda china se lanzó en julio de 2020 y llegó a Marte en febrero de este año. Desde ese momento, ha permanecido en órbita sin registrar incidentes. Ahora, según apuntó la CNSA, "tiene previsto comenzar el intento de descenso desde primeras horas de la mañana del 15 de mayo, hora de Pekín, al 19 de mayo".

Tianwen-1 intentará aterrizar en una llanura conocida como Utopia Planitia. Se trata de un gran cráter que se formó hace millones de años por el impacto de un meteorito. Es un lugar que favorece el aterrizaje, ya que hay más atmósfera al ser una zona poca elevada y frenará el descenso del módulo por la fricción con el aire. 

Primer intento

La misión está formada por tres módulos: el orbitador, el aterrizador y un robot explorador, el Zhurong. Es la primera ocasión en la que China intenta aterrizar en Marte. Se trata de una tarea complicada, ya que solamente la mitad de pruebas han tenido éxito.