La entrada de Sputnik V en la ecuación: dosis, efectividad y efectos secundarios
La vacuna de Rusia está autorizada para su uso en 61 países de todo el mundo. Alemania ha comprado 30 millones de dosis, a la espera de que sea aprobada por la EMA.
Pfizer/BioNTech, Moderna, AstraZeneca y Janssen son las cuatro vacunas aprobadas por la Agencia Europea del Medicamento (EMA) para su uso en los países de la Unión. Cuatro sueros que han supuesto un importante avance para inmunizar a la población lo más rápido posible. Sin embargo, los problemas que han presentado las de AstraZeneca y Janssen han generado debate respecto a su uso.
En el horizonte aparece la vacuna Sputnik V, desarrollada por el Centro Nacional de Investigación de Epidemiología y Microbiología Gamaleya de Rusia. Una vacuna de la que Alemania, perteneciente a la UE, ha adquirido ya 30 millones de dosis, saltándose el acuerdo de compras conjuntas del espacio europeo. Esta compra está a la espera de que el organismo sanitario europeo autorice su uso.
La EMA se se encuentra analizando esta vacuna desde el pasado mes de marzo. La directora ejecutiva de la EMA, Emer Cooke, aseguró que el Comité de Medicamentos de Uso Humano (CHMP) todavía no ha empezado a analizar los informes de farmacovigilancia, aunque indicó que "se prestará atención adicional" a la posible aparición de tromboembolismos, tras lo ocurrido con las vacunas de AstraZeneca y Janssen.
Cómo es la vacuna Sputnik V
Esta vacuna, como las dos mencionadas anteriormente, están basadas en vectores adenovirales modificados genéticamente, que se introducen en las células para generar el desarrollo de anticuerpos. Se usaron concretamente dos vectores adenovirales (rAd26 y rAd5) creados a partir de dos adenovirus. Así, el gen del adenovirus se sustrae y en su lugar se inserta un gen con el código genético de otro virus, que en este caso es la COVID-19. De esta forma el organismo es capaz de ayudar a sistema inmunológico a producir anticuerpos. La vacuna consta de dos dosis separadas por 21 días entre sí.
En cuanto a su efectividad, el Instituto Gamaleya confirmó este mes de abril que la vacuna Sputnik V había demostrado una eficacia del 97,6% según el análisis de datos sobre la tasa de infección entre los vacunados en Rusia. La vacuna está aprobada para su uso en 61 países. Desde el 5 de diciembre hasta el 31 de marzo fueron vacunados 3,8 millones de rusos con este suero: la tasa de infección a partir del día 35 tras la primera dosis era solo del 0,027%. Igualmente, la incidencia entre los adultos no vacunados fue del 1,1% en el mismo periodo de tiempo después del lanzamiento de la vacunación a gran escala.
Efectos secundarios
Los efectos secundarios conocidos sobre esta vacuna son los que reportan algunos países en los que se administra. Como por ejemplo Argentina, que el pasado 20 de enero publicó un informe realizado por profesionales de la DiCEI (Dirección de Control de Enfermedades Inmunoprevenibles), del Ministerio de Salud.
Se detectaron en total 8.841 efectos secundarios posteriores a la vacunación tras administrar 195.490 dosis. El 99,6% de ellos fueron leves y moderados, mientras que solo un 0,4% de vacunados necesitaron sin hospitalizados. Con esto, los efectos más comunes son la fiebre, cefaleas, dolor muscular y reacción en el sitio de la inyección.
Sin trombos hasta la fecha
Una de las grandes características que otorgan confianza a esta vacuna es que, hasta la fecha, no se han conocido casos de trombosis, como ha ocurrido con las de Janssen y AstraZeneca, dos vacunas basadas en una tecnología similar. A través de un comunicado, el centro Gamaleya se ofrece a compartir su tecnología, afirman cuando aseguran que la vacuna no produce trombos de senos venosos.
"El Centro Gamaleya está dispuesto a compartir su tecnología de purificación con otros productores de vacunas para ayudarles a minimizar el riesgo de efectos secundarios durante la vacunación", reza el comunicado. Destacan, también, la "calidad y seguridad de Sputnik V". Para conseguirla, utilizan una tecnología de purificación de cuatro etapas: dos de purificación cromatográfica y dos de filtración de flujo tangencial. "La tecnología de purificación ayuda a obtener un producto altamente purificado que también se somete a un control obligatorio que incluye el análisis de la presencia de ADN libre", aseguran.
El último país en sumarse a una extensa lista que ya suma 61 ha sido Bután. Entre otros, esta vacuna está autorizada en Argentina, Bolivia, Serbia, Paraguay, Hungría, Emiratos Árabes Unidos, México, Honduras, Angola, Camerún o India.