Mientras las campañas de vacunación en todo el mundo siguen su curso, los últimos debates se centran en si sería necesaria una tercera dosis de la vacuna como refuerzo. Una idea planteada, por ejemplo, por el CEO de Pfizer, Albert Bourla, quien considera que esto podría producirse a los doce meses de completar la pauta de dos inyecciones.

Mientras tanto, ya hay quien ha recibido esta tercera dosis de una vacuna contra la COVID. Ian Haydon, 'científico convertido en comunicador científico', según describe en sus redes sociales, participó hace un año en los primeros ensayos clínicos de la vacuna de Moderna contra el coronavirus SARS-CoV-2. En las últimas semanas, ha recibido ya una tercera dosis de recuerdo. "Hace un año probé la vacuna Moderna para ver si era segura. (Spoiler: ¡lo es!). Ahora, en mi aniversario de #COVIDvaccine, estoy feliz de compartir que acabo de recibir una tercera dosis. Este experimento de refuerzo revelará (1) si las vacunas adaptadas a la cepa aumentan la inmunidad y (2) si son seguras", dijo a través de Twitter.

En este primer ensayo participaron únicamente 45 personas. A Haydon le extrajeron sangre periódicamente durante el año pasado, pero deberá esperar a que se publiquen los resultados sobre su inmunidad a largo plazo contra la enfermedad. Junto a él, han recibido esta tercera dosis otras 59 personas, que serán determinantes para afrontar un nuevo paso en la pandemia: el de la resistencia ante las variantes que van surgiendo.

Primeras dosis y reacciones

Haydon se inscribió en el ensayo gracias a un compañero de trabajo en la primavera del año pasado. Así, el 8 de abril de 2020 recibió su primera dosis de la vacuna experimental, que es ligeramente más alta de la actualmente autorizada. "Mi primera inyección fue bastante tranquila", cuenta en Business Insider. "Recuerdo que tuve dolor en el brazo, en el dolor de la inyección. Apareció al día siguiente y luego desapareció con rapidez".

El voluntario relata que la segunda dosis ya fue algo peor, con dolor en el brazo como tras la primera dosis y escalofríos a las 12 horas de recibir la inyección y una temperatura corporal de más de 39°C, además de náuseas, dolor de cabeza y dolores musculares. Acudió entonces a Urgencias, donde le administraron medicamentos para bajarle la fiebre.

Al día siguiente, después de una ligera mejoría tras recibir atención médica, de nuevo vómitos e incluso un desmayo. La fiebre bajó y los dolores se volvían menos intensos. Entonces, los investigadores de Moderna concluyeron que podían administrar una dosis media, que ofrecería la misma protección con menos efectos secundarios.

Tercera dosis

A principios de año, el protagonista recibió la llamada de los trabajadores de la farmacéutica que llevaron a cabo la Fase 1 del ensayo. El motivo, determinar la seguridad de una posible vacuna anual de refuerzo contra el coronavirus. Pensaron entonces en el grupo de personas que participaron en el primer ensayo. "Hay dos preguntas que los investigadores están analizando: no sabemos si es seguro tomar un refuerzo, y tampoco sabemos cuál será el efecto de tomar una versión ligeramente modificada de la vacuna".

Así, recibió un refuerzo experimental compuesto por 25 microgramos de Moderna que actualmente está en uso y otros 25 microgramos de una nueva vacuna adaptada a la variante B.1.351, la detectada en Sudáfrica. Fue el pasado 1 de abril cuando recibió la tercera dosis, casi un año después de presentarse voluntario para recibir la primera.

Afortunadamente, la reacción no fue tan fuerte como la experimentada en la segunda inyección: dolor en el brazo el día de la inyección, así como un poco de fiebre baja, náuseas, dolores y fatiga hasta el día siguiente. En 24 horas, asegura, estaba completamente recuperado. "Ha sido increíble ver que esto pasó de ser una vacuna experimental que estaba recibiendo y nadie sabía si iba a funcionar, a ver a docenas de personas publicando sus selfies de vacunas todos los días", apunta sobre el interés de la gente en las actualizaciones que iba poniendo sobre su estado en redes sociales.