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Los alimentos de humanos que los gatos no deben comer

Algunos productos de nuestra dieta pueden resultar perjudiciales para estos animales y causarles algún tipo de perjuicio en su salud.

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Los alimentos de humanos que los gatos no deben comer

En España hay unos 13 millones de mascotas registradas, siendo los perros los animales más habituales en los hogares de nuestro país seguido de los gatos. No es extraño que tanto los dueños de los primeros como de los segundos les den en ocasiones comida que no es la propiamente indicada para ellos, un hábito que desaconsejan los veterinarios.

Y es que compartir nuestra dieta con estos animales puede conllevar ciertos riesgos para la su salud. En el caso de los gatos hay alimentos específicos que los expertos señalan que deben evitarse debido a que puede causarles algún perjuicio.

Chocolate y sustancias excitantes

Uno de los productos que nunca deber ingerir los gatos es el chocolate. Se trata de un alimento que resulta tóxico para la mayor parte de los animales debido a que contiene teobromina, un elemento perjudicial para su salud, especialmente si se trata de una cantidad relevante. En el caso de los gatos, puede causarles un envenenamiento.

Además, los veterinarios desaconsejan que estos felinos ingieran sustancias excitantes como el café o el té, ya que la cafeína puede afectar a su sistema nervioso. Tampoco deben alimentarse con alimentos ricos en azúcar, sal y grasas.

Cebolla y otros alimentos del género Allium

Los gatos tampoco deben comer nunca cebolla, puerros, ajos y otras verduras del género Allium, productos que pueden encontrarse en una amplia gama de nuestra alimentación y que en ocasiones podemos dejar que ingieran sin ser conscientes de las posibles consecuencias. Estos alimentos también resultan tóxicos para estos felinos y puede causarles problemas gastrointestinales o incluso una anemia.

Cítricos

Los cítricos como la naranja, el limón o la lima son tan peligrosas para los gatos como los alimentos mencionados anteriormente. El motivo es que todos ellos contienen psoraleno, un compuesto que resulta tóxico para estos animales y que puede causarles vómitos.

Leche

Se trata de un producto que no es recomendable para los gatos, como también sucede con los perros. La razón es que los gatos en edad adulta dejan de contar con la capacidad de romper las moléculas de la lactosa. Este hecho provoca que se vuelvan intolerantes a la leche y si la ingieren pueden sufrir diarrea, gases y malestar general.

Frutos secos y uvas

Los veterinarios subrayan la importancia de que nunca se permita que los gatos se alimenten con frutos secos debido a las consecuencias que suponen para su salud. Estos productos pueden causar al animal problemas renales y trastornos digestivos, algo que también puede suceder si ingiere uvas o cualquiera de sus versiones secas.

Pescado crudo

Tanto el pescado como la carne cruda implican para los gatos un riesgo de contraer algún tipo de infección bacteriana, un hecho que también afecta a los seres humanos. En el caso del pescado, existe el peligro de que se vea afectado por el anisakis, un parásito que puede provocar molestias estomacales. Además, este alimento sin cocinar posee tiaminasas, enzimas que eliminan la vitamina B del organismo del animal.