La situación epidemiológica de Castilla-La Mancha continúa mejorando. El consejero de Sanidad del Gobierno castellanomanchego, Jesús Fernández Sanz, ha recordado en rueda de prensa que hace dos semanas la incidencia acumulada por cada 100.000 habitantes superaba los 1.200 casos, la semana pasada bajó a 1.025 y hoy ya es de 644, “fruto de las medidas y del esfuerzo de todos los ciudadanos” de la región.

Además, ha vaticinado que los datos seguirán evolucionando favorablemente, ya que la incidencia acumulada a 7 días es sólo de 194 casos por cada 100.000 habitantes, por debajo de la media a nivel nacional. “La toma de medidas y en definitiva la restricción de la movilidad de las personas ha dado el fruto que esperábamos, pero aquí no ha terminado nada”, ha aseverado.

Como consecuencia de esta ligera mejoría, el Gobierno regional ha decidido relajar las medidas restrictivas de nivel 3 reforzado en que se encuentra comunidad desde el 18 de enero. Este nivel solo permanecerá en tres municipios de la provincia de Toledo: Fuensalida, Torrijos y Casarrubios, afectando así a 27.000 habitantes. A partir de las 00:00 horas de este viernes, y durante un plazo de diez días, el resto de Castilla-La Mancha pasará a un nivel 3 ordinario.

Código QR para entrar a los bares

Este nivel más relajado permitirá la reapertura de la hostelería, con la principal novedad de que, para entrar a los bares y restaurantes los clientes deberán descargarse un código QR que permitirá tener un registro detallado de todos los movimientos que realicen las personas dentro de estos locales. “Estoy seguro de que los clientes, de forma cívica, lo van a utilizar”, ha asegurado a Europa Press el presidente de la Federación de Hostelería de Castilla-La Mancha, José Crespo.

Por otra parte, los establecimientos abrirán a un tercio de su aforo en interiores y manteniendo la distancia de metro y medio entre comensales y dos metros de una mesa a otra. Además, no se permite el consumo en barra. En cuanto a las terrazas, podrán abrir al 50% de su aforo, pero no estará permitido permanecer de pie. El cierre de los locales se producirá a las 21:00 horas.

Tras enterarse de la noticia, Crespo se ha mostrado muy satisfecho, aunque ahora espera que la relajación de medidas pueda llegar también al ocio nocturno, clausurado desde hace meses. Además, ha defendido que seguirán reivindicando ayudas directas para paliar las consecuencias de su cierre prolongado, pelea que porque el momento “queda en segundo plano”. “Ahora, a trabajar”, ha sentenciado.

Desaparece el cierre perimetral entre municipios

Fernández Sanz también ha anunciado en su comparecencia posterior al Consejo de Gobierno extraordinario reunido este jueves que se mantiene el toque de queda a las 22:00 horas y la limitación de las reuniones sociales a un máximo de seis personas. Sin embargo, se elimina el cierre perimetral entre municipios, por lo que los ciudadanos podrán moverse dentro de la comunidad con total libertad. No se levanta en cambio, el cierre regional, por lo que no se podrá salir o entrar de Castilla-La Mancha salvo razón justificada.

Flexibilización en comercios y grandes superficies

A partir del viernes, las tiendas, grandes superficies y comercios se abren con un tercio de su aforo, desapareciendo la limitación del tamaño de 300 metros cuadrados y sin limitación de aparcamientos. Los mercadillos al aire libre seguirán a un tercio del aforo con distancia de 4 metros entre puestos.

Por último, se abrirán de nuevo, también a un tercio de su capacidad, museos, bibliotecas y archivos. Los hoteles podrán ocuparse al 50%, mientras que el espacio de sus zonas comunes queda limitado al 25%.