Las autoridades del estado de Australia Occidental han declarado este domingo un estricto confinamiento de cinco días en las zonas de Perth, Peel y el Suroeste después de que un guardia de seguridad de un hotel habilitado para la cuarentena diera positivo por COVID-19. Se trata del primer caso registrado en pleno camino hacia la normalidad, después de que el país permaneciera 14 días sin contagios comunitarios y ese estado no detectara casos desde hacía más de diez meses.

“A partir de las 18:00 de esta noche, toda el área metropolitana de Perth, la región de Peel y la región del Suroeste entrarán en un confinamiento total. Este encierro durará cinco días, hasta las 18:00 del viernes 5 de febrero”, ha confirmado en su página de Facebook el primer ministro de Australia Occidental, Mark McGowan. Además, en rueda de prensa, el dirigente ha considerado esencial una “actuación rápida” para mantener la seguridad de la comunidad, dada la velocidad a la que se propaga el virus y la “devastación que puede provocar”.

También indicó que, según las primeras investigaciones, el empleado de hotel infectado había trabajado en el mismo piso que un viajero contagiado con la variante británica del coronavirus en el hotel Sheraton Four Points de Perth. “Seguimos investigando cómo exactamente fue transmitida la infección. Desarrolló síntomas el 28 de enero y llamó por teléfono para decir que no podría trabajar en el centro de cuarentena”, informó McGowan, que recalcó que los rastreadores tratan de averiguar el alcance de los posibles contagios comunitarios.

Qué implica este confinamiento

Por su parte, el primer ministro australiano, Scott Morrison, ha manifestado a través de su cuenta de Twitter que “los próximos días serán difíciles para muchos habitantes de Australia Occidental”, antes de transmitir su confianza en que el estado “podrá superar el brote actual”. Por último, ha agradecido a los ciudadanos “su paciencia y cooperación mientras todos trabajamos para combatir este terrible virus”.

En concreto, los residentes de las áreas confinadas deberán permanecer en casa, salvo que necesiten comprar artículos básicos, salir por razones médicas o de atención sanitaria, hacer ejercicio dentro de su vecindario durante una hora al día o ir al trabajo, si no pueden trabajar a distancia. Todo ello deberán hacerlo usando obligatoriamente la mascarilla.

Asimismo, se cerrarán colegios, bares, gimnasios, pabellones deportivos y cines, mientras que los restaurantes solo podrán proveer de comida para llevar. Estas medidas han sido decretadas unas horas después de que Australia anunciara la reapertura de su burbuja de viaje sin cuarentena con Nueva Zelanda, después de que el país vecino no registrara ningún nuevo contagio en los últimos días.