El reloj del Banco de España se para por primera vez en 130 años
Desde que fuera inaugurado el 1 de marzo de 1891, solo se había detenido dos veces por cuestiones de mantenimiento. Filomena ha podido con él.
Nada resiste al poder de la naturaleza. Afortunadamente, la borrasca Filomena no causado graves incidentes en la arquitectura ni monumentos emblemáticos, pero sí ha dejado imágenes para la historia. Una de ellas concierne al reloj situado en la sede del edificio del Banco de España de Madrid. Tras casi 130 años, se ha detenido.
Este objeto fue inaugurado el 1 de marzo de 1891, como decimos, hace casi 130 años que existe. Desde entonces, solo se había parado en dos ocasiones, y por cuestiones de mantenimiento, para revisiones técnicas. Es la primera vez que se detiene por una causa distinta, según ha informado el organismo supervisor.
La nevada y la baja temperatura, ambos fenómenos también en registros históricos estos últimos días, han provocado una congelación en los engranajes de las agujas, paralizándolas y evitando que puedan moverse.
Puesta a punto sencilla pero no inmediata
La reparación en sí no ha sido complicada. La nevada impidió al relojero llegar a la sede del Banco de España con inmediatez, teniendo que esperar a este pasado martes a media mañana. Pero posteriormente no ha sido necesaria ni realizar una reparación como tal, ya que el aumento ligero de las temperaturas ha hecho que el hielo que obstaculizaba las agujas se derritiera.
Fruto de la paralización prolongada, se ha tenido que llevar a cabo todo un proceso de limpieza y engrasado del mecanismo que hay en el interior, para volverlo a poner en funcionamiento y comprobar que no se hubiera dañado nada más.
De hecho, en los próximos días se seguirá realizando una supervisión profunda y exhaustiva para asegurarse de que no hay ningún fallo y que puede continuar con una función que había mantenido prácticamente intacta en el último siglo.
Una trayectoria casi inmaculada
Hasta la llegada de esta nevada histórica que ha podido con el reloj, no se puede negar que su funcionamiento ha sido casi impoluto. El reloj ha visto de todo, guerras, crisis, momentos históricos…Y solo ha sufrido dos paradas y por motivos técnicos para solucionar pequeñas incidencias.
Desde entonces, ha seguido dando la hora sin mayor problema. El 1 de marzo de 1891 el relojero Garín dio inicio a la historia del reloj, creado por la casa Glasgow, a petición de la Comisión de Obras del Banco. Constaba de un manual de cuatro páginas con las claves para su conservación, y hasta esta semana había sido todo un éxito.