El 2021 es un año de grandes cambios. Si ya se conoce la igualdad en los permisos de paternidad o la reducción de precio en más de 1.300 medicamentos, las pensiones y la edad de jubilación también sufren un cambio en la entrada de este nuevo año. Unos cambios en el sistema público de pensiones para los nuevos jubilados que van encaminadas a reducir los gastos de la Seguridad Social. Además, son parte de una reforma de pensiones que se viene aplicando gradualmente hasta el próximo 2027.

Entre los cambios que se aplican ya desde el 1 de enero de 2021, está la edad de jubilación. Se retrasa hasta los 66 años y no será hasta sea edad cuando se pueda optar al cien por cien de la pensión por jubilación. Sin embargo, como en todo, existen excepciones: podrán jubilarse aquellos que a los 65 años hayan cotizado como mínimo 37 años y 5 meses, por lo que recibirán la pensión íntegra desde el primer momento.

En 2027 se prevé que la edad de jubilación alcance los 67 años o los 65 años con 38 años y 6 meses de cotización para recibir la pensión total de jubilación. “Estos cambios vienen generados por la necesidad de mejorar el sistema público de pensiones”, comentaba Isabel Casares, secretaria general de la Organización de Consultores de Pensiones (OCOPEN). Pero tampoco son todas malas noticias: este 2021 el Gobierno sube las pensiones en un 0,9% con el objetivo de mantener el poder adquisitivo de los pensionistas, tal y como se indica en los Presupuestos Generales del Estado ya aprobados.

Nuevos cálculos para las pensiones de este 2021

Además de la edad de jubilación, el cálculo de la cuantía de las pensiones también será distinto este 2021. A partir de este 1 de enero tendremos que tener en cuenta las bases de cotización de los últimos años de la vida laboral del trabajador para calcular la prestación correspondiente. Con la entrada de este año se tendrán en cuenta los últimos 24 años cotizados, a diferencia del 2020, cuando se tenían en cuenta tan solo los 23 últimos años de cotización. La cifra irá aumentando hasta los 25 años cotizados en 2022, lo que supone una merma en las pensiones que recibirán los jubilados.

La base reguladora se calcula multiplicando la base de cotización del afectado -aparece en la nómina o recibo de salario que a los asalariados entrega cada mes la empresa para la que trabajan- multiplicado por 288, correspondiente al número de mensualidades incluidas en los 24 años contabilizados. Luego, se divide por 336, el número de meses de los mismos años más los dos adicionales correspondientes a las pagas extraordinarias.

La base de cotización para este 2021 se establece en un mínimo de 1.108,3 euros -similar a un sueldo de un trabajador- que supone el SMI, y un máximo de 4.070,1 euros, la misma que ya había en 2020.