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Intentan reactivar la rave ilegal de Llinars del Vallès

Tras desalojar la nave abandonada, doce caravanas pusieron rumbo a una localidad cercana para seguir con las celebraciones de Año Nuevo.

Tras más de 40 horas de fiesta ininterrumpida, los Mossos de Esquadra pudieron desalojar la macrofiesta organizada en una nave ilegal de Llinars del Vallés, municipio cercano a Barcelona. Allí, unas 200 personas, la mayoría extranjeras, celebraban la entrada del nuevo año con una rave ilegal que pretendían alargar hasta este lunes, día 4 de enero. Pese al desalojo de la policía -y las multas a las que se tendrán que enfrentar por celebrar una fiesta ilegal y sin medidas sanitarias-, doce caravanas de este macro celebración pretendían seguir con la fiesta en un municipio cercano a la nave desalojada, según informa NIUS.

Se dirigieron a Dosrius, a unos 20 minutos de la ubicación inicial de la fiesta que comenzó en torno a las 21.00h del día de Nochevieja. Los participantes se ubicaron en el Pou de Glaç de Canyamars, un monumento de la localidad catalana, para continuar la fiesta, incluso después de ser identificados y denunciados a la salida del primer local. Sus intenciones no duraron mucho: un concejal del ayuntamiento, Lluís Farrerons, alertó a la policía sobre la llegada de las caravanas para evitar una segunda rave ilegal.

Hasta allí se desplazaron Mossos de Esquadra y la policía local del municipio barcelonés, desalojando la zona tras negociar durante horas con los propietarios de las caravanas y pedir que salieran de la zona. Informan que las personas presentes en esos vehículos eran de nacionalidad francesa, italiana o belga y no querían moverse del lugar, tan sólo continuar con su fiesta. Finalmente, la policia los custodiaron hacia una gasolinera cercana al lugar para luego marcharse.

Dos detenidos en la rave ilegal de Barcelona

La macrofiesta desalojada este pasado viernes, y que tuvo lugar en Llinars del Vallés, acogió a lo largo de más de 40 horas de celebración entre 700 y 1.000 personas. En el momento en que los Mossos de Escuadra entraron a la nave se calcula que había en torno a unas 300 personas que seguían con la fiesta y que, incluso, pidieron seguir con ella a los cuerpos de seguridad. Estos asistentes fueron identificados y denunciados por no cumplir con las medidas sanitarias en plena pandemia -sin uso de mascarillas ni distancia de seguridad- y podrían enfrentarse a multas económicas de hasta 3.000 euros.

Además de los identificados, hay ya dos detenidos en esta primera fiesta ilegal. Se trata de una mujer holandesa de 29 años y un hombre español de 22 años como parte de la organización de esta rave ilegal. Por el momento se investigan a cinco personas más como implicadas.