La llegada de 2021 estará acompañada de unas elevadas cifras de paro en España, agravadas por la crisis sanitaria que surgió a comienzos de 2020 a causa de la COVID-19. Como consecuencia, miles de trabajadores españoles estarán pendientes de recibir la prestación por desempleo que ofrece el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE). De momento, no se esperan cambios en el calendario estipulado, por lo que está previsto que se perciba entre el  próximo lunes 11 y el viernes 15 de enero.

Se abre el plazo para pedir el Subsidio Extraordinario por Desempleo

Para aquellas personas que habían agotado su prestación entre el entre el 14 de marzo y el 30 de junio de 2020, el Gobierno aprobó el Real Decreto-ley 32/2020 de 3 de noviembre del Subsidio Extraordinario por Desempleo, una ayuda de 430 euros al mes y con una duración de tres meses.

El primer plazo habilitado fue del 6 al 30 de noviembre. Un periodo que resultó ser muy corto, por lo que el SEPE ha habilitado ha establecido un nuevo periodo de solicitud que estará disponible del 25 de diciembre de 2020 al 25 de enero de 2021. “Si realizó una solicitud entre el 6 y el 30 de noviembre y está pendiente de resolución, no presente una nueva solicitud”, aclaran desde el SEPE.

En el primer plazo, hubo 114.000 solicitantes. Sin embargo, no cobrarán la ayuda hasta el próximo mes de enero debido al colapso que ha sufrido el SEPE. Según informa Voz Pópuli, los beneficiarios “cobrarán dos meses juntos en enero y en febrero el siguiente mes”.

El paro no es compatible con el ERTE

Algunos trabajadores se preguntan si es posible cobrar la prestación por desempleo y, al mismo tiempo, el expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) al que se acogieron numerosas empresas durante la pandemia. La respuesta es “no”. Si una persona está cobrando una de las dos cosas no puede recibir la otra ayuda.

Otra de las ayudas económicas que el Gobierno puso en marcha durante la pandemia del coronavirus fue el Ingreso Mínimo Vital con el fin de garantizar que todos los ciudadanos tienen derecho a una renta mínima para poder seguir adelante con sus gastos básicos, como realizar la compra o pagar recibos de luz y agua. Esta prestación se podrá cobrar tras realizar una declaración responsable en la que bastará confirmar que no se tienen ingresos.