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Moukoko, la esperanza de los refugiados en Alemania

El camerunés de nacimiento se convirtió este mes de diciembre en el jugador más joven de toda la historia en debutar en Champions. Lo hizo con 16 años y 18 días.

Moukoko, la esperanza de los refugiados en Alemania
Lars BaronGetty Images

Youssoufa Moukoko se convirtió el pasado 8 de diciembre en el jugador más joven de toda la historia en debutar en Champions. Un récord que consiguió tras jugar con su equipo, el Borussia Dortmund, ante el Zenit a los 16 años y 18 días. Superó en 69 a Celestine Babayaro, que ostentaba este hito desde 1994.

Además, también se ha convertido en hacerlo en la Bundesliga, al debutar en la Liga alemana con 16 años y un día, batiendo el récord de precocidad de Nuri Sahin (16 años y 335 días).

La historia de Moukoko

Sin embargo, la historia de este jugador nacido en Camerún y que emigró a Alemania es ya un ejemplo para la esperanza de otros muchos niños que se trasladaron al país germano desde África. "Está viviendo el sueño de elevarse por encima de las estructuras. Es una historia de la pobreza a la riqueza para los jóvenes que llegan aquí a Alemania. Si alguien lo logra, les hace algo a los demás", dijo a ESPN Janina Meyeringh, de la organización de ayuda a los refugiados Xenion.

Moukoko tuvo que seguir a su padre cuando se aventuró en un viaje que les llevaba desde Camerún a Hamburgo (Alemania). El joven futbolista, por aquel entonces, tenía 10 años. Los inicios no fueron fáciles, cuentan los que más le conocen, ya que le rechazaron varios clubes y él decidió jugar al fútbol por diversión. El St. Pauli le echó el ojo y fue la catapulta perfecta para su llegada a las categorías inferiores del Borussia Dortmund con 12 años.

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INA FASSBENDERAFP

Un ejemplo para los menores no acompañados que llegan a Alemania

Esta historia está siguiéndose entre los menores no acompañados que llegan a Alemania desde países africanos: "El fútbol es una gran cosa entre ellos y Moukoko se ha convertido en un rompehielos para entablar conversación con ellos", dijo Meyeringh, un psicólogo que ofrece ayuda a los menores.

Moukoko, el ídolo de Pablo

Pablo de Gambia es uno de esos ejemplos. Llegó hace tres años al país europeo y cuenta a ESPN: "Llegué con nada más que yo y mi cabeza, y eso era mucho para llevar". Al aterrizar en su nuevo país, se fijó mucho en Davies (Bayern Múnich) cuya historia fue similar -emigró de Ghana a Canadá con tan solo cinco años-.

Sin embargo, sus amigos le empezaron a hablar de Moukoko y comenzó a seguir su progresión: "Mis amigos me hablaron de este joven jugador negro del Dortmund, que no podía dejar de marcar goles. No podía creerlo al principio, pero luego lo vi yo mismo. Marcó. En todos los partidos. A veces dos, a veces tres, a veces cuatro goles. Empecé a seguirlo en Instagram. Es simplemente impresionante".

"No podía creer lo que me contaban de Moukoko, pero luego pude verlo yo mismo. Marcaba en todos los partidos"

Pablo

"Estoy tan encantado de que Moukoko lo haya logrado. Se siente como si uno de nosotros lo hubiera logrado", sentencia este fanático de Manchester United que ya sueña con seguir los pasos del camerunés, la nueva esperanza para los refugiados de Alemania.