Hace unos días se celebró una pequeña fiesta de Navidad en la residencia de ancianos de Hemelrijck, en Mol, una pequeña localidad de Bélgica que apenas cuenta con 35.000 habitantes. Con motivo de las próximas fechas navideñas, el hijo de uno de los residentes se disfrazó de Papá Noel para llevar alegría en un año tan difícil a los ancianos. Pero este acto no ha tenido un final feliz, sino que ha provocado el contagio por la COVID-19 de 75 personas.

Esta localidad belga, situada cerca de Amberes, se ha convertido en noticia en todo el país ya que este tipo de celebraciones están prohibidas con motivo de la pandemia. El Bussels Times cuenta que a los pocos días de la visita sorpresa, el hombre que se disfrazó de Papá Noel comenzó a sentirse mal. Tras ello decidieron hacerle las pruebas del coronavirus en las que dio positivo.

61 ancianos y 14 empleados contagiados

A los pocos días, varios residentes comenzaron a mostrar síntomas relacionados con la COVID-19 y decidieron hacer pruebas a los 169 internos de la residencia Hemelrijck. En un primer resultado, aparecieron 45 positivos, pero otros test posteriores detectaron al menos 75 contagios: 61 ancianos y 14 empleados.

La noticia ha sentado muy mal a las autoridades belgas ya que en las últimas semanas ha registrado un aumento significativo de contagios y está tratando de reducir sus cifras. En la actualidad, Bélgica ha registrado 611.422 contagios y 18.178 fallecidos desde el inicio de la crisis sanitaria.

"Es un caso de gestión irresponsable"

El alcalde de Mol, Wim Caeyers, se ha mostrado molesto con la residencia ya que afirma que nadie le comunicó que se iba a producir este evento: "Si hubieran pedido permiso, habríamos dado una respuesta negativa. Después de mirar varias fotos, llegamos a la conclusión de que esto va mucho más allá de un error de juicio. Más bien, este es un caso de gestión totalmente irresponsable”, recalca.

Por otro lado, Jannes Verheyen, portavoz de la empresa que gestiona la residencia, ha señalado: "No tiene sentido condenar a la gente. El equipo está muy conmocionado por lo que sucedió, pero eso también los motiva mucho para sacar el virus nuevamente".

Se plantean medidas más estrictas

Bélgica sigue con su toque de queda nocturno, la restricción de los contactos sociales, mantiene cerrada la hostelería y el teletrabajo es obligatorio. Desde el pasado 1 de diciembre se permitió la apertura de algunos trabajos no esenciales, pero ante el repunte de contagios el país no descarta endurecer las medidas. 

"Si es necesario, no solo tendremos que hacer cumplir las medidas existentes de manera más estricta, sino también hacer cosas nuevas aquí y allá para que la gente siga las reglas básicas", declaró este martes en la emisora Radio 1 el ministro belga de Sanidad, Frank Vandenbroucke.