CORONAVIRUS

Encefalitis, el posible efecto rápido adverso de las vacunas contra la COVID-19

El cirujano valenciano Pedro Cavadas avisó de que era "imposible que haya una vacuna testada como toca en meses porque eso suele tardar años, como mínimo dos".

Encefalitis, el posible efecto rápido adverso de las vacunas contra la COVID-19
Owen Humphreys / POOL EFE

El cirujano Pedro Cavadas se ha convertido en una figura muy respetable durante la pandemia debido a la precisión de sus augurios. En enero, advirtió de la gravedad de la COVID-19 para toda la población mundial. Después, señaló una fecha aproximada para que la población se despida de las mascarillas, plazos inicialmente rechazados a nivel político y que posteriormente acabaron asumiendo el ministerio de Sanidad y las comunidades autónomas. Pese a las críticas que recibió por transmitir unos mensajes “demasiado pesimistas”, el tiempo le ha dado la razón en todo.

Por eso, con el comienzo de la vacunación contra el coronavirus en países como Reino Unido, han resurgido las declaraciones que hizo el médico valenciano en ‘El Hormiguero’. Cuando todavía no se conocían los niveles de eficacia de las vacunas Pfizer/BioNTech, Moderna, Oxford/AstraZeneca o Sputnik V, Cavadas avisó de que lanzar al mercado vacunas tan rápido era arriesgado: “Es imposible que haya una vacuna testada como toca en meses porque eso suele tardar años, como mínimo dos, si queremos algo rápido sufriremos las consecuencias”.

Inflamación inmunológica del cerebro

En concreto, nombró una reacción importante: “Habrá que definir quién se va a comer las 15 o 20 primeras encefalitis que provoque cualquiera de esas vacunas”. La encefalitis “es una de las reacciones más comunes en los ensayos clínicos de vacunas”. Según explicó Cavadas en el programa presentado por Pablo Motos, esta patología es la “inflamación inmunológica del cerebro”. Una de las causas que lo provocan es una infección viral. Sus efectos en el paciente leve pueden ser muy similares a los de una gripe común, mientras que en los casos más graves se puede llegar a convulsiones, somnolencia y confusión, entre otros síntomas.

Hasta la fecha se han conocido pocos efectos secundarios de las diferentes vacunas en fase 3 e incluso de las que ya se han comenzado a administrar a la población, aunque recientemente Reino Unido pedía no vacunar a los pacientes con un destacado historial alérgico después de dos efectos adversos detectados entre las primeras vacunas puestas a sanitarios.

Quedan cuatro años para la normalidad

Desde aquella entrevista, las vacunas han avanzado de forma notable hasta el punto de iniciarse la inmunización de la población en países tan importantes como Reino Unido y Rusia, próximamente empezará en Estados Unidos y, “en menos de un mes”, las vacunas llegarán a España, según anunció el propio ministro de Sanidad Salvador Illa. De hecho, las comunidades se preparan ya para comenzar con la campaña de vacunación la semana del 4 de enero.

Pese a la esperanza puesta en dichas vacunas, según Cavadas, “para que te puedas mover de un lado al otro... habrá que fabricar unos cinco o seis millones de dosis”. “No es una cuestión de meses si no de un par de años, y cuatro para que llegue a una parte suficiente de la población mundial”, sentenció.