La emergencia sanitaria declarada a causa del coronavirus ha hecho estragos en todo el mundo y ha afectado a todos los niveles. Trabajos perdidos, cierre de empresas, recortes en plantilla y un largo sinfín de consecuencias negativas. Una historia que afectó de primera mano a Eric Philip Gordon, que con la llegada del coronavirus perdió su trabajo como vendedor y su casa.

Ahora vive y duerme en su furgoneta, una Ford Expedition, aparcada bajo un puente en Houston (Texas), relata en la cadena ABC13. "Solíamos ver personas sin hogar y casi se convirtió en un cliché. Pasé de una casa y un trabajo a 220 dólares. Ahora vivo en mi auto debajo de un puente. Estoy muy triste, estoy aislado, solo", se lamenta.

Junto a él, en una especie de aldea improvisada bajo el puente, conviven otras personas en una situación similar. El pasado Día de Acción de Gracias fue el primero tras perder su trabajo. Enterados de su situación y la de otros afectados, hasta allí se desplazaron ciudadanos para repartir mantas y comida. "Mucha gente no comprende que las personas menos afortunadas no son tan bendecidas como nosotros para conducir y comer bien todos los días. Solo es una pequeña muestra de agradecimiento por cómo vivo", afirma Sincere Phillips, de 23 años.

Pedro Martínez es otro de los vecinos que extiende su mano para apoyar a los que más lo necesitan en esta difícil situación. "Recibo más de lo que les doy. Necesitamos apoyar a nuestros hermanos y hermanas. Esta es una forma de decirles: Te amo, no solo cuando las cosas están bien". Gordon, por su parte se muestra agradecido por los gestos de apoyo de la gente, y afirma estar "hinchado por la amabilidad y maravilla de la gente de Houston. Cuando no tienes nada, es difícil estar agradecido por algo".

Texas, muy castigada por el coronavirus

El estado texano ha sido durante la pandemia uno de los más afectados por la COVID-19. En él se han contagiado casi 1,2 millones de personas y han perdido la vida 21.834. En el conjunto de Estados Unidos, en el mes de octubre había 11,1 millones de personas son trabajo, más del doble que antes del inicio de la pandemia.

El jefe de personal del United Memorial Medical Center de Texas, Josph Varon, afirma que se espera un repunte de casos y hospitalizaciones tras el Día de Acción de Gracias. "Mi preocupación para las próximas seis a doce semanas es que, si no hacemos las cosas bien, Estados Unidos verá los días más oscuros de la historia médica estadounidense moderna".