Pedro Sánchez adelantó este domingo el plan de vacunación contra la COVID-19, que será presentado el próximo martes. Durante una comparecencia después de la cumbre del G20, el presidente del Gobierno anunció que la campaña de vacunación comenzará en enero “y contará con 13.000 puntos de vacunación”. De esta forma, espera que en mayo esté vacunada casi la mitad de la población.

Un calendario con el que no está de acuerdo Daniel López Acuña, epidemiólogo y ex director de acción sanitaria de la OMS. El experto ha criticado en el programa ‘Espejo Público’ que todavía es pronto para establecer fechas concretas: “El único calendario realista se podrá deducir en el momento en el que la vacuna esté realmente disponible”. Si bien el experto está de acuerdo en que hay que comenzar a “hacer planes de contingencia” y “desarrollar el plan de cómo se operará una campaña de vacunación contra la COVID-19”, considera que “no podemos decir que la fecha de arranque es tal hasta que no tengamos la vacuna certificada, registrada y actualizada por la OMS, la Agencia Europea del Medicamento y la Agencia Española del Medicamento”.

Respecto las posibilidades que hay de que la campaña de vacunación contra el coronavirus pueda empezar en enero de 2021 como afirma Sánchez, el epidemiólogo reconoce que se puede valorar esta fecha, aunque puede ir variando y “ser un poco más adelante”. No obstante, sí confía en que será en el primer trimestre si todo va bien: “Creo que tenemos que pensar en un escenario en donde podrá iniciarse en el curso del primer trimestre, pero solo si todo va bien en los últimos desarrollos de las vacunas. Sin embargo, no podemos fijar una fecha que todavía no es posible fijar porque no está la vacuna”.

Eficacia de las vacunas

La farmacéutica AstraZeneca ha afirmado que su vacuna puede tener hasta un 90% de efectividad, con una eficacia media de 70% al comprar dos regímenes diferentes de dosificación. Este porcentaje es inferior al 95% anunciado por Pfizer y el 94,5% de Moderna, pero Acuña sugiere que estas cifras no significan nada porque la información que se tiene no es completa. “Por supuesto preferimos tener una efectividad de más del 90% en vez del 70%, pero algo que no se ha planteado todavía es en qué término es esa efectividad. Tenemos todavía que refinar las nociones de eficacia. Nos enfrentamos a un instrumento nuevo y tenemos que tener muy claro qué es lo que nos va a generar como protección”.

Por otro lado, el fármaco de AstraZeneca tiene la importante ventaja, además de su precio inferior, de que puede almacenarse, transportarse y manejarse con una refrigeración normal, de entre 2ºC y 8ºC durante, al menos, seis meses. Unas características que la hacen más accesible. “Todas esas variables hay que tenerlas en cuenta. Coste, condiciones de conservación y la logística para hacer llegar la vacuna a los puntos de vacunación”, explica Acuña, quien también ha destacado que esos puntos no serán solo centros de salud, sino que habrá que montar dispositivos domiciliarios para administrar el fármaco a personas con dificultad de movilidad o algo grado de dependencia: “Es una operación de más complejidad que la vacuna contra la gripe”.

La vacuna debe ser para toda la población

El Gobierno tiene previsto que los primeros en vacunarse sean los grupos vulnerables, como los mayores de 65 años o personas que presenten enfermedades previas, así como el personal sanitario. López Acuña se muestra partidario de seguir este orden, aunque considera que la vacuna debe administrarse a toda la población para alcanzar la inmunidad colectiva: “En España hay que vacunar entre 30 y 35 millones de personas, incluidos en su momento también los niños. Tenemos que alcanzar un 70% - 80% de cobertura poblacional para alcanzar la llamada inmunidad de grupo”.

Para alcanzar este objetivo, es imprescindible, además de conseguir las dosis necesarias, que los ciudadanos estén dispuestos a vacunarse. Y eso se conseguirá si se transmite confianza y no incertidumbre: “Tenemos que ir hacia la protección colectiva a través de una cobertura amplia de vacunación, y esto tiene que mover a todos los sectores a transmitir mensajes de seguridad e invitación de participación. En una pandemia se requiere la inmunización, incluso existe la posibilidad legal de que, en una pandemia, la vacunación pueda tener un carácter obligatorio”.