Juan Andrés: "En cuanto se pueda, nos vacunaremos mi mujer, mis padres, mis hijos y yo"
El director técnico de Moderna confía en la seguridad de su vacuna contra la COVID-19, alegando su elevada eficacia y la moderación de los efectos secundarios.
El mes de noviembre ha venido acompañado de grandes noticias en cuanto al desarrollo de una vacuna contra la COVID-19. El pasado lunes 9 de noviembre, la farmacéutica Pfizer anunció que su fármaco era eficaz al 90%, aunque debía conservarse a unos -70ºC. Ahora ha sido la empresa Moderna quien ha publicado resultados más esperanzadores. Ayer afirmó en un comunicado que su vacuna presentaba un 94,5% de eficacia y que “se mantiene estable entre los 2ºC y los 8°C, la temperatura de un refrigerador doméstico estándar, durante 30 días”, mientras que “permanece estable a -20 °C hasta por seis meses”.
Si bien los resultados todavía son provisionales, Juan Andrés, director de Operaciones Técnicas y de Calidad de Moderna, opina que “son muy fiables”. El experto ha explicado que pretendían analizar los resultados cuando hubiera 53 participantes contagiados y que, sin embargo, han sido 95. “El comité independiente de evaluación de datos y seguridad nos contactó diciendo que había 95 personas que se habían contagiado detallando quiénes tenían la vacuna y quiénes placebo. Los resultados son bastante concluyentes y el índice estadístico es muy preciso en este caso”, explicó en la cadena SER.
Además de la precisión en cuanto a la eficacia del fármaco, Andrés también confía en su total seguridad: “Hay una seriedad científica impresionante detrás de esto. Hay muchísimo trabajo, pasión y cariño. Es ciencia pura, medicina pura”. Asimismo, asegura que la batalla es contra el virus, y no entre las empresas que desarrollan el fármaco. Por ello, confesó que no dudará en vacunarse llegado el momento: “En cuanto a mí me toque y esté la vacuna disponible me la voy a poner, se la pondrán mis hijos, mi mujer y mis padres. Yo lo que le diría a la gente es que queda menos y que confíen”.
Efectos secundarios leves
Los efectos secundarios es uno de los factores que más recelo despierta en los ciudadanos. En cambio, Andrés aseguró que estos “no solo se registran, sino que se solicitan. Es parte del protocolo”. Explicó que de las 30.000 personas que han participado en la fase 3 del ensayo, 15.000 tienen placebo, una solución salina sin ninguna actividad, y otras 15.000 tienen la vacuna. Y los resultados es que apenas hay consecuencias negativas.
“La mayoría de los efectos adversos fueron suaves o moderados y duraron muy poco tiempo. Los más severos fueron muy específicos. Pero los efectos secundarios más comunes no indican ningún tipo de severidad o alarma”, concretó. “11 de las 95 personas que enfermaron lo hicieron de gravedad y todas ellas recibieron placebo, ninguna la vacuna. Son unos resultados tremendamente satisfactorios, incluso en las personas que puede no proteger la vacuna sí ayuda a que no enfermen de forma grave”, añadió.
Eficaz en personas vulnerables
Andrés se congratula de la eficacia del fármaco en las personas mayores, un grupo en el que se centró el estudio. En el anuncio, la empresa destaca que había 7.000 participantes de más de 65 años y 5.000 por debajo de la misma, pero con enfermedades crónicas asociadas a un riesgo mayor de sufrir un cuadro grave de coronavirus, como diabetes u obesidad. “Hicimos un esfuerzo grande en que las personas que estuvieran representadas dentro del ensayo fueran personas vulnerables”, manifestó el experto, quien detalló que, de las 95 personas contagiadas, 15 eran mayores de 65 años. También reveló que se incluyó a personas de diversas etnias, “de forma que pueda ser una representación bastante fiel de la diversidad social”.
La duración de la inmunidad es una incógnita
En cuanto al tiempo que la vacuna nos mantendrá protegidos contra la COVID-19, Andrés reconoció que habrá que esperar para saberlo, aunque “hay muy buenas perspectivas”. “La vacuna tiene dos dosis, la primera ya genera anticuerpos y la segunda es de refuerzo. Desde el punto de vista inmunitario, la segunda dosis alarga estos anticuerpos. Una vez que 28 días después se le da una dosis de refuerzo, se genera una inmunidad tradicionalmente más duradera, pero esto solo lo comprobaremos con el tiempo”, detalló.
Distribución
Respecto cuándo estará disponible el fármaco, ha asegurado que las primeras dosis de la vacuna podrían empezar a repartirse en Estados Unidos a final de año, siempre que reciban la autorización de la Administración de Medicamentos y Alimentos (FDA, por sus siglas en iglés). Una autorización que pedirán en las próximas semanas. La idea es producir 20 millones de dosis de la vacuna para su distribución en el país estadounidense antes de que acabe 2020, mientras que para 2021 el objetivo es fabricar entre 500 y 1.000 millones.
En Europa, los plazos van un poco más lentos porque aún necesitan autorización, pero ya han comenzado a fabricar la vacuna también: “Hemos hecho una alianza con Lonza (Suiza) y con Rovi, aquí en Madrid, que nos está ayudando en la distribución internacional”.