Las empresas que se acogieron inicialmente a los Expedientes de Regulación de Empleo Temporal (ERTE) para hacer frente a la difícil situación provocada por la pandemia del coronavirus asumieron un compromiso de empleo de seis meses que finalizará en muchos casos entre el 1 de noviembre y el 31 de diciembre.

Pasadas estas fechas la limitación de los despidos habrá finalizado y muchos de estos trabajadores podrían perder su empleo. En cálculos del Consejo General de Colegios de Gestores Administrativos de España, esta cifra podría suponer que unas 300.000 personas pasasen a formar parte de las listas del paro.

Prórroga hasta el 31 de enero

El Gobierno prorrogó hasta el 31 de enero de 2021 los ERTE aplicados por fuerza de causa mayor que estuvieran vigentes el pasado 30 de septiembre. Con la aprobación de esta medida, el Ejecutivo estableció dos nuevos tipos de ERTE: los de impedimento de la actividad y los de limitación de actividad.

A estas nuevas figuras de ERTE podrán acogerse todas las empresas que “vean impedido el desarrollo de su actividad por la adopción de nuevas restricciones o medidas de contención que así lo impongan en alguno de sus centros de trabajo”.

Despido procedente

Con la llegada de 2021 finalizará la prohibición general que estableció el Gobierno español al despido procedente para todas las empresas, aunque no se encuentren en una situación de Expediente de Regulación Temporal de Empleo. De esta manera, decaerá el próximo enero el veto al despido procedente por causa económica COVID.