CORONAVIRUS

Descubren el tiempo que permanece activo el coronavirus en la piel humana

Varios científicos japoneses han realizado un estudio para comprobar la supervivencia del virus en la piel. Su longevidad es cinco veces más que el de la influenza.

Descubren el tiempo que permanece activo el coronavirus en la piel humana
Sylvain Lefevre Getty Images

Desde la llegada de la pandemia del coronavirus los investigadores se han esmerado en dar respuestas ante una situación desconocida por todos. Esta nueva realidad golpeaba a todo el mundo generando cientos de preguntas, algunas de ellas todavía sin responder.

En los últimos días, un grupo de científicos japoneses de la Universidad de Medicina de la prefectura de Kioto, han cerrado una de estas incógnitas. En un estudio publicado por la revista Clinical Infection Diseases, afirman que el coronavirus puede permanecer en la piel humana hasta nueve horas, lo que supone cinco veces más que el virus de la influenza A (IAV).

Para llegar a esta conclusión sin poner en riesgo a personas sanas, los investigadores se valieron de piel humana obtenida de muestras de autopsias. Con ella, mezclaron el SARS-CoV-2 y el IAV con el medio de cultivo o moco de las vías respiratorias superiores y lo aplicaron a la piel humana. El resultado fue la supervivencia del coronavirus durante nueve horas, por las 1,8 horas del IAV.

Pruebas en otras superficies

Del mismo modo, señalan que ambos virus se activaron más rápidamente en la piel humana que en otras superficies como el acero inoxidable, el vidrio o el plástico. En estas superficies alternativas también el coronavirus presentó una mayor longevidad: 11 horas, mientras que el IAV duró 1,7 horas.

En el estudio, también se hace referencia al tiempo que tardaron en inactivarse tras la aplicación de etanol 80%: apenas 15 segundos, por lo que se confirma la eficacia a la hora de usar un desinfectante correcto.

Por tanto, estas dos conclusiones ponen de manifiesto la importancia de un lavado correcto de manos, pues su alta supervivencia en la piel supone un gran riesgo de propagación.