Las mascarillas volvieron a ser obligatorias en el momento en el que los rebrotes comenzaron a ser más numerosos en toda España, convirtiéndose, de nuevo, en el complemento más usado para evitar la propagación del coronavirus.

Sin embargo, existen varios tipos de mascarillas, entre las que se encuentran las modelos FFP2 y FFP3 con válvula, o también conocidas como 'mascarillas egoístas', puesto que aquellos quienes la utilizan se protegen a sí mismos, pero no a los demás, y menos aun en el caso de que quienes la usen estén contagiados. Estas mascarillas conviene evitarlas, puesto que además se ha recomendado no usarla en algunas comunidades autónomas.

La válvula, un problema

La válvula ha sido la causa de que este modelo de mascarillas estuvieran prohibidas en algún momento en algunos lugares de España, puesto que, a la hora de respirar, el aire sale sin filtro alguno, por lo que ayuda a que se pueda producir un contagio en el caso de que una persona infectada la utilice.

Pese a que estas puedan resultar más cómodas o que faciliten la respiración, solo se recomiendan en entornos profesionales. En cambio, otras mascarillas como las quirúrgicas, las de tela, las FFP1 y FFP2 son válidas y contribuyen a evitar una mayor propagación del coronavirus.

La Comunidad de Madrid incluyó en su último Boletín Oficial la prohibición de las 'mascarillas egoístas', pero solo 24 horas más tarde un juez ha anulado esta medida. Por otro lado, Galicia, a finales del mes de julio, ordenó una limitación de estas mascarillas para evitar así una mayor propagación.