El aire húmedo puede alargar hasta 23 veces la vida útil de las gotas cargadas de COVID-19
Científicos de la Universidad de Missouri han publicado un estudio de cómo afecta el entorno a la hora de la propagación de la enfermedad.
El aire húmedo puede prolongar hasta 23 veces la vida útil de las gotas cargadas de virus. A esa conclusión han llegado científicos de la Universidad de Missouri (Estados Unidos), que han publicado en la revista 'Physics of Fluids' un estudio de cómo el flujo del aire y el flujo de fluidos pueden afectar a las gotitas exhaladas que contienen el virus.
Según dicha tesis, el aire húmedo puede prolongar la vida útil de las partículas que contienen el patógeno. Las gotitas exhaladas varían de tamaño, que puede oscilar desde una décima parte de un micrón hasta 1.000 micrones, y las más comunes tienen un diámetro de 50 a 100 micrones.
Evaluación del entorno
Las gotitas exhaladas contienen partículas de virus, pero también otras sustancias como agua, lípidos, proteínas y sal. Los expertos investigaron no sólo acerca del transporte, sino también su interacción en función del entorno, particularmente a través de la evaporación.
Así se llegó a la conclusión de que la humedad afecta el destino de las partículas, debido a que el aire seco puede acelerar la evaporación natural. En aire con 100% de humedad relativa, las simulaciones muestran gotas más grandes que tienen 100 micrones de diámetro que caen al suelo aproximadamente a 1,8 metros de la fuente de exhalación.
Por su parte, las gotas más pequeñas de 50 micrones de diámetro pueden viajar más lejos, hasta 5 metros en aire muy húmedo. El aire menos húmedo puede retardar la propagación. A una humedad relativa del 50%, ninguna de las gotas de 50 micrones viajó más allá de los 3,5 metros.
Esencial la distancia de seguridad
Binbin Wang, autor de la investigación, afirmó que "si la carga de virus asociada con las gotas es proporcional al volumen, casi el 70% del virus se depositaría en el suelo durante la tos". Por ello, muchos expertos consideran que mantener la distancia física disminuiría la propagación al reducirse la deposición de gotitas sobre las personas.