A pesar de la pandemia del coronavirus que afecta de distinta manera a prácticamente todo el mundo, la NASA sigue con sus misiones al espacio para seguir conociendo qué hay más allá del planeta Tierra, o incluso dentro del mismo. Por ello, en el plazo de tres años, en 2023, planean el lanzamiento de un globo aerostático de más de 150 metros de diámetro que portará el telescopio ASTHROS.

Este telescopio, de 2,5 metros de diámetro, será capaz de realizar mediciones que nunca antes se habían hecho hasta ahora. Con la ayuda del globo, subirá hasta la estratosfera, a altura de 40 kilómetros, lo que supone cuatro veces más de la que alcanzan los aviones, por ejemplo. Esta misión no llegará al espacio exterior, puesto que se quedará, durante tres semanas, orbitando por la Antártida a merced de los vientos.

Motivo de la misión

Gracias a este telescopio se podrá hacer los primeros mapas en 3D del movimiento y la velocidad del gas alrededor de las estrellas recién formadas en la Vía Láctea, clave para el nacimiento de nuevos planetas, además de detectar la presencia de iones de nitrógeno y los vientos estelares procedentes de las estrellas masivas. También se encargará de explorar la galaxia Messier 83 y la estrella W Hydrae, unas formaciones peculiares y que ayudarán a entender cómo se creó el universo.

El telescopio ha sido diseñado para medir la luz infrarroja que proviene del espacio, y para ello debe funcionar en la estratosfera a 268 grados bajo cero, temperatura que alcanzará gracias al apoyo de un criocongelador que funciona con paneles solares.

"Las simulaciones por ordenador de la evolución de las galaxias aún no pueden replicar la realidad que vemos en el cosmos. El mapeo de nitrógeno que haremos con ASTHROS nunca se ha hecho antes, y será emocionante ver cómo esa información ayuda a hacer modelos más precisos", señala Jorde Pineda, investigador principal del proyecto ASTHROS.

Una misión diferente a la de las películas

Las misiones de la NASA que habitualmente se pueden ver en las películas son totalmente diferentes, con la cuenta atrás para el lanzamiento de una nave espacial. Sin embargo, el uso de globos aerostáticos es muy común en el organismo, que cada año realiza entre 10 y 15 misiones de este tipo. De hecho, tiene unos costes más bajos y requiere un menor tiempo de planificación.

"Las misiones en globo como ASTHROS son de mayor riesgo que las misiones espaciales, pero producen grandes recompensas a un precio modesto", reconoce José Siles, director del proyecto.